Manos Unidas celebró el domingo su Campaña contra el Hambre con el lema “Sabes leer, ellos no. Podemos cambiarlo”. Lograr que en el año 2015 todos los niños del mundo estén escolarizados no es una utopía, ni siquiera un sueño; es una obligación que a todos nos compete hacer realidad.

Las personas tienen el derecho y el deber de formarse como persona en todas las facetas de su vida, en lo personal y en lo social, y todos tenemos el deber de ayudar a los demás a conseguirlo. La educación es el pilar sobre el que se basan ese desarrollo y esa formación tantas veces mermados por la falta de los conocimientos básicos.

En Manos Unidas saben que hay alternativas que funcionan y que entre todos podemos cambiar mundos. Los centenares de proyectos que apoyan y financian cada año así lo demuestran, En esta ocasión, a lo largo de todo un año, quieren cambiar un poco más el mundo, quieren lograr un mañana para los adultos que no pudieron asistir a la escuela a la escuela y para esos 121 millones de niños y niñas que hoy no pueden hacerlo.

Manos Unidas acumula una historia de solidaridad con los más pobres de África, Asia y América Central y del Sur. Durante casi cincuenta años viene trabajando para erradicar las causas y las situaciones que dañan la dignidad humana y niegan el ejercicio del derecho a la educación: promoviendo proyectos educativos, abriendo las puertas a la capacitación especialmente de niños, jóvenes y adultos, mujeres e indígenas, en particular, con población rural y urbana, desplazados, refugiados y discapacitados. En esta labor, a lo largo de las seis últimas campañas (2000-2005), Manos Unidas ha apoyados y financiado 1.935 proyectos educativos y que han beneficiado a cerca de 30 millones de personas.

Manos Unidas recaudó en el año 2005, la cantidad de 60.851.013 euros y aprobados 845 proyectos de desarrollo en 60 países, repartidos entre las siguientes prioridades y continentes: 137 proyectos en promoción de la mujer; 288 en educación; 143 en sanitarios; 167 sociales y 110 agrícolas; por continentes 326 en África; 213 América y 306 en Asia y Oceanía.

El proyecto de las parroquias que se quiere financiar para este año es el de la formación y defensa de los derechos indígenas de Brasil. El Consejo Indigenista Misionero es una institución vinculada a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil. Fue creada en 1972 para la defensa de los pueblos indígenas del país, teniendo como misión el acompañar y vigilar el cumplimiento de sus derechos, la garantía efectiva de reconocimiento y reconstitución de sus tierras tradicionales, la promoción y mejora de su calidad de vida, el fortalecimiento de sus organizaciones y su autonomía como pueblos autóctonos insertados dentro de Brasil como un país pluricultural, pluriétnico y plurilingüe. Los beneficiarios de este proyecto son los 13 pueblos indígenas que viven en la región Este de Brasil.

Manos Unidas colabora en este proyecto financiando, durante dos años, la Asesoría Jurídica y la formación a través de cursos específicos de formación en derechos de 200 líderes de las 13 comunidades indígenas. Con este programa se conseguirá la articulación de las organizaciones indígenas y el Consejo Nacional de Política Indigenista, la reducción de las expulsiones de los indígenas de las tierras retomadas a través de las acciones legales, el aumento de la demarcación de sus territorios, la reducción de la violencia, la coacción y del número de casos incriminatorios contra los líderes indígenas, La organización local asume el porcentaje de los gastos de formación. El importe total es de 93.257 euros