30 de abril de 2015

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Para Cáritas Diocesana de Albacete es motivo de esperanza que 147 personas hayan logrado incorporarse a un puesto de trabajo en el último año. Estos datos confirman que es posible seguir creando empleo digno para las personas en situación de grave dificultad social, y  que la apuesta de Cáritas por construir oportunidades para todos ellos es posible en un escenario que sigue mostrando los efectos de un periodo de crisis que nos ha dejado más paro y menos poder adquisitivo

Para Cáritas es urgente que tomemos conciencia de que nuestro mercado laboral sigue cerrando sus puertas a algunos colectivos, especialmente los jóvenes, las mujeres, los parados de larga duración, los mayores de 45 años y los trabajadores con menor nivel formativo. La realidad sigue diciéndonos que el empleo no es un derecho garantizado para muchos.

Los procesos de acompañamiento que Cáritas desarrolla en el ámbito del empleo se basan en itinerarios personalizados de inserción, que se construyen sobre una delicada integración de motivación, empuje y refuerzo de las capacidades personales de quienes ven difícil acceder al mercado laboral o se desesperan por volver a encontrar un trabajo.

A través de los servicios de empleo, Cáritas impulsa acciones de orientación pensadas para motivar y mejorar la empleabilidad de las personas.

Junto a ellos, las acciones de intermediación son un puente entre las personas que buscan trabajo y las ofertas de empleo que ofrecen empresas y empleadores privados.

Los espacios de formación, por los que el pasado año pasaron 390 personas, tienen como objetivo prioritario el aprendizaje de un oficio o la mejora del mismo a través de cursos, talleres, concebidos de acuerdo a las diferentes necesidades de las personas.

La apuesta de Cáritas por explorar nuevas posibilidades de empleo social –un puente entre la exclusión social y el mercado laboral— se traduce en el apoyo a empresas de inserción. A través de la Fundación El Sembrador, Cáritas promueve la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social.

Entre las personas que participan en las acciones de Cáritas se encuentran aquellas que tienen  un bajo nivel de empleabilidad, que cuentan con menos herramientas para situarse en la línea de salida del empleo. Desde esta perspectiva, Cáritas renueva su compromiso por el acceso al empleo de las personas más desfavorecidas, desde la esperanza y responsabilidad. Desde Cáritas Diocesana de Albacete creemos que el trabajo es el elemento fundamental de inserción, por eso nuestro programa y acciones de empleo, se encaminan hacia ese objetivo. Durante el año 2014 se ha trabajado con 1.547 personas, desde los diferentes servicios de formación, orientación, intermediación y acogida laboral.

Cáritas, lanza una llamada a la conciencia y a la esperanza para que nadie permanezca indiferente ante tan grave problema, a las Administraciones públicas, empresas y ciudadanos, a modo de invitación a la responsabilidad personal y a la corresponsabilidad en la tarea de crear un mundo más justo y humano a través del acceso al trabajo.