4 de noviembre de 2024

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Se cumplen 75 años desde que el Papa Pío XII, mediante la bula apostólica Inter Praecipua del 2 de noviembre de 1949, creara la Diócesis de Albacete. Para inaugurar este aniversario, el Nuncio Apostólico de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza, ha querido “inesperadamente”, según él mismo ha reconocido, venir hasta Albacete para mostrar la sensible cercanía del Papa Francisco en estos momentos en los que parte de la Diócesis sufre las consecuencias de la DANA. “El Papa Francisco os imparte el consuelo y su bendición apostólica”, ha dicho en su homilía.

La Eucaristía, cuya colecta ha ido integra a la parroquia de Letur, ha comenzado con el saludo del Administrador Diocesano, D. Julián Ros, quien presentó al Nuncio al Pueblo de Dios que peregrina en Albacete: “laicos conscientes de su vocación bautismal, a la que responden en sus familias, en su trabajo, en sus circunstancias de vida… laicos que viven su fe en las 195 parroquias y en la variada realidad de asociaciones, cofradías, movimientos, …”. También destacó a los religiosos y religiosas, así como a los sacerdotes y los diáconos de la Diócesis.

Seguidamente, el Secretario-Canciller del Obispado, D. Antonio Abellán, leyó la mencionada bula con la que se erigió la Diócesis de Albacete, sufragánea de la Archidiócesis de Valencia, y que incluyó territorios que hasta ese momento habían pertenecido a las diócesis de Cartagena, Cuenca y Orihuela. No fue hasta 1966 cuando se anexionó a la diócesis la parte de la provincia civil que aún pertenecía a la Archidiócesis de Toledo, de modo que desde entonces coinciden los límites de la provincia civil y de la diócesis. Desde 1996, la Diócesis de Albacete forma parte de la provincia eclesiástica de Toledo, de la que forman parte todas las provincias civiles correspondientes a Castilla-La Mancha.

Mons. Bernardito Auza comenzaba su homilía muy sensible “ante el dolor que estos momentos experimentan tantos hogares por la pérdida de un ser querido, o por la indefensión ante el daño sufrido. Un acontecimiento que nos une en una misma preocupación y sentir”. Y ante la cual “Albacete, a través de Cáritas y otras organizaciones, se movilizó inmediatamente para dispensar la ayuda necesaria en estos momentos de gran dificultad, con generosidad y cercanía humana y espiritual”.

En referencia al 75º aniversario de la Diócesis, ha manifestado que es “una ocasión para que todos los que formamos parte de ella tomemos conciencia de nuestra pertenencia a la Iglesia. Que sea una pertenencia viva, de manera que hagamos de nuestra diócesis y parroquias comunidades activas y generosas, al servicio de quienes lo necesitan”. Además, pidió a todos los presentes que, en este 75º aniversario, “aportemos lo mejor de nosotros mismos, como cristianos y miembros de esta Diócesis de Albacete, para cumplir con la misión de llevar el Evangelio a todos y, como dice el Papa Francisco, promover una verdadera ‘revolución de la ternura’”.

La celebración que ha tenido un carácter sencillo y de unidad ante la situación que atraviesan las personas que han sufrido las consecuencias de las riadas y se ha pedido por el eterno descanso de las personas fallecidas y esperanza a cuantos han perdido a sus seres queridos y sus bienes. También se ha expresado gratitud por todos los hombres y mujeres que, a lo largo de estos 75 años de historia, han hecho posible esta Iglesia de Albacete con su servicio sencillo y humilde.

La Eucaristía ha contado con la presencia del arzobispo metropolitano de Toledo, Mons. Francisco Cerro, y concelebrada por gran parte del presbiterio de Albacete. Los cantos, a cargo del coro de la Capilla Musical de la Catedral de Albacete, han ayudado al recogimiento y la oración.  Este aniversario concluye el 3 de septiembre de 2025, fecha en la que se cumplirá el 75º aniversario de la entrada del primer obispo, Mons. Arturo Tabera. Para entonces, la Diócesis albaceteña espera contar ya con un nuevo obispo, quien será el séptimo en su historia.