22 de noviembre de 2020

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El libro EN MANOS DE LA PROVIDENCIA. Las misericordias de Dios en la vida de José Luis Rovira Grimaldos, muestra la vida real de José Luis Rovira Grimaldos, contada por él mismo con ingenio y alegría desbordantes, y escrita como relato autobiográfico por la periodista Felicidad Izaguirre Martín.

José Luis Rovira es de Albacete; profesor de Bachillerato del IES nº 4 hasta hace un año que ha entrado en la jubilación; está casado, tiene cinco hijas, y ha desarrollado una extensa labor de voluntariado en instituciones como el Teléfono de la Esperanza, así como en varias parroquias y otras organizaciones de la Iglesia como las Conferencias de San Vicente de Paúl, de la que fue su presidente durante los años 2004 al 2010.

Afirma José Luis Rovira que él quería que se escribiera su biografía, vista desde el Evangelio y de la acción de la Providencia: desde un sentido de la vida, para agradecer y bendecir a Dios por la misericordia que ha tenido con él y para que otros puedan descubrir también las misericordias de Dios en su propia vida al leer el libro. “Cómo me gustaría que él se sirviera de mi biografía para que algunas personas lo bendigan también”.

Son nombrados en el libro muchas personas y lugares de Albacete, pues “En manos de la Providencia” es un reflejo del ambiente social, cultural y religioso de la ciudad, desde los años 40 del siglo XX hasta la actualidad, y de cómo ha ido evolucionando la prestación de los servicios sociales, partiendo de la inestimable labor de la Iglesia en la atención y promoción de los más necesitados por medio de los laicos como visitadores de los pobres de las Conferencias de San Vicente de Paúl y de los religiosos conviviendo entre los más pobres, concretamente las Avemarianas y los Padres Paúles, y después, también, con Cáritas.

José Luis Rovira nació en 1954, y fue adoptado cuando tenía casi tres años, por Celia Grimaldos y Elías Rovira, un matrimonio que era visitador de los pobres, que ayudaba a la familia de José Luis, que vivía a las afueras, en una huerta del Cerrico.

Él cuenta cómo fue su adopción y de cómo se enteró de que era adoptado, cuando tenía ya 20 años. Poco tiempo después ocurrió un hecho crucial que ha marcado su vida para siempre: su encuentro con Dios, su conversión, el 11 de noviembre de 1975, cuando era estudiante universitario en Murcia.

Fue en una catequesis del Camino Neocatecumenal. “Aquel día todo cambió -es indescriptible tanto gozo”, asegura-, y empezó a entender su vida y a vivirla en un sincero y apasionante trato de amistad con Dios, como el Verdadero mejor Amigo que se puede tener.

“No es que yo anduviese alejado de la Iglesia en absoluto, pero la fe no me aportaba nada, -explica él mismo-, y entonces, de no ser por mi encuentro con Dios podría haber sido un creyente desgraciado -es decir, sin vivir en la gracia de Dios-, triste, sin amor: la fe no me habría aportado nada, ni a mis reacciones, ni a mis actitudes, ni a mis relaciones… nada”.

José Luis Rovira empieza a contar su vida bendiciendo y dando gracias a Dios por su madre adoptiva Celia, con una carta que escribió y que fue publicada por el Diario La Tribunaen la sección de Cartas al Director, el 22 de mayo de 2009, con el título: “La vida es amor porque Dios es Amor”.

Cuenta que durante treinta y dos años estuvo compartiendo el amor de sus dos madres, la adoptiva y la biológica, y que está muy agradecido, pues Dios no hace el amor incompatible, y que cuando la fe y el amor van juntos, dan la vida en mayúsculas.

La autora de “En manos de la Providencia”, Felicidad Izaguirre Martín, resalta que “este libro ayuda a ver y agradecer la misericordia de Dios en la vida, y también es un valioso testimonio del bien que nos hace la fe. La fe consuela, sana y salva de carencias y ansiedades, aporta una estabilidad emocional liberadora, equilibrio en las decisiones y en las relaciones, y lanza a su vez a hacer el bien a otros: La vida es amor porque Dios es amor, dice José Luis”.

José Luis Rovira nos habla de los santos que trata de imitar, del Oratorio de San Felipe Neri, del Tren de la Esperanza y la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, del Teléfono de la Esperanza, de muchos movimientos de la Iglesia como Ayuda a la Iglesia Necesitada destacando los testimonios de perdón de los cristianos perseguidos.

Son nombrados también muchos sacerdotes, así como profesores compañeros de José Luis Rovira. Calles de Albacete como la calle Concepción, muy significativa en su vida; amigos de la infancia; su etapa de estudiante en Murcia, de cómo fue su “mili” y cómo conoció a su mujer; su boda… también nombra a muchas personas que ha socorrido y ayudado.