
Santo Domingo de Guzmán: 50 años de historia y comunidad parroquial

Santo Domingo de Guzmán: 50 años de historia y comunidad parroquial
6 de abril de 2025
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La parroquia de Santo Domingo de Guzmán, que abarca los barrios de Hermanos Falcó y Universidad de Albacete, celebra su 50º aniversario en el Año Jubilar de Iglesia y nuestra Diócesis.
En 1974 se completaron las 539 viviendas proyectadas por la Obra Sindical del Hogar en el barrio de Hermanos Falcó, conocido como «Las Quinientas». Este conjunto, compuesto por tres grandes torres y 28 bloques de viviendas, ha evidenciado con el tiempo su falta de espacio y numerosos defectos de construcción. A día de hoy, los vecinos siguen esperando las tan necesarias obras de rehabilitación.
Desde sus inicios, este barrio obrero ha tenido que organizarse y luchar contra diversas dificultades, entre ellas el impacto de la droga en la juventud y crisis económicas como la de 2008.
Aunque estaba prevista la construcción de una iglesia e incluso se llegaron a realizar los planos, nunca se edificó. En su lugar, la parroquia de Santo Domingo de Guzmán se instaló inicialmente en una nave de la guardería y posteriormente en otra junto a la actual Escuela Infantil. Allí permaneció hasta 2012, cuando finalmente se construyó el templo actual.
El primer bautismo registrado en los libros parroquiales data de 1975. Por ello, en este año de Jubileo de la Iglesia Universal y del 75º aniversario de la Diócesis de Albacete, la comunidad parroquial celebra su 50º aniversario.
Los primeros sacerdotes que atendieron la parroquia fueron Juan Fernández Selva, Andrés Beteta y Ángel (sobrino del fallecido Ángel Lagunas), quedando como párroco hasta 1979 Juan Fernández. Este equipo de curas obreros desarrolló una intensa labor no solo pastoral, sino también social, pues la acción evangelizadora implica la creación de comunidad, el fomento de la participación y la defensa de las causas justas.
Tras Fernández Selva y Rogelio Losa (1979-1991), los padres paúles asumieron el ministerio sacerdotal durante 17 años. Nombres como Jesús Galarreta y Marino Marco, junto con la devoción a la Virgen Milagrosa —cuyas tres capillas recorren los barrios de Hermanos Falcó y Universidad—, reflejan el espíritu vicenciano. Sobre todo, la parroquia ha mantenido siempre su compromiso con la atención a los más vulnerables.
Desde 2008, el párroco es Francisco Javier Avilés, acompañado por el diácono permanente Antonio Manuel Tomás.
APOSTOLADO Y COMPROMISO SOCIAL. Un pilar fundamental de la parroquia ha sido la presencia de las Apostólicas del Corazón de Jesús, quienes, durante más de 20 años, han realizado una labor de inserción, acompañamiento y testimonio evangélico basado en la sencillez, el servicio y la solidaridad. La comunidad mantiene un profundo agradecimiento hacia todas ellas, especialmente hacia Tere Aguirre, cuyo recuerdo sigue vivo en el corazón del barrio.
Hoy, en un entorno donde conviven dos barrios con realidades socioeconómicas muy distintas, la parroquia sigue comprometida con la tarea de compartir recursos y talentos. En sintonía con la comunión de la Iglesia diocesana, busca ofrecer una acogida cálida a quienes más lo necesitan.
Este compromiso es posible gracias a la entrega de los agentes de pastoral que, desde la catequesis, la liturgia, la pastoral de la salud y Cáritas, dedican su tiempo con entusiasmo y generosidad. Un equipo de acogida refuerza el espíritu de comunidad, brindando a la parroquia un ambiente familiar y cercano.
En este 50º aniversario, se recuerda con gratitud a quienes han formado parte de esta historia y hoy son parte de la Iglesia celestial, con especial mención al querido Ángel Carboneras. No solo fueron semilla, sino fruto maduro de cinco décadas de fe y servicio.