22 de diciembre de 2024
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Mons. Ciriaco Benavente, obispo emérito de Albacete, ha felicitado a todos los diocesanos con motivo del 75º aniversario de la Diócesis. Lo hizo a través del libro de firmas conmemorativo, donde expresó su alegría por “haber servido a esta Iglesia como obispo durante 12 años, una Iglesia de la que uno ha recibido tanto. No sé cuánto he podido aportar; quizá no mucho, pero, desde luego, yo he recibido muchísimo de esta Diócesis de Albacete”.
Mons. Benavente manifestó también estar “profundamente agradecido, no solo al presbiterio diocesano y a los miembros de la vida consagrada, sino también a los laicos, por todo lo que me ayudaron en mi ministerio episcopal”.
- Ciriaco expresó, además, su cariño por la Diócesis: “Sigo queriendo profundamente a esta Iglesia y, como decimos en mi tierra cuando se cumplen años, que siga cumpliendo años con salud, con la vitalidad actual y, si es posible, creciendo un poco más en ánimo, esperanza y fuerza evangelizadora”.
Reflexión sobre la Navidad
En estos días previos a la Navidad, Mons. Benavente compartió cómo vivir este tiempo: “Es tan grande el misterio de la Navidad que nos sobrecoge. El Dios por quien todo fue creado se ha encarnado en una mujer, naciendo humildemente en un pesebre porque ni siquiera había sitio para Él en la posada.
Jesucristo viene, en definitiva, a encontrarse con el hombre, a hacernos partícipes de su propia vida y a renovarnos interiormente. Cuando el Señor entra en el alma y en el corazón de una persona, siempre la transforma. Él nos invita a la fraternidad, a la comunión y al amor, en un mundo que carece tanto de vínculos, de comunión; un mundo que, a veces, está tan dividido y enfrentado”.
Preparativos para el Año Jubilar 2025
De cara al próximo Año Jubilar 2025, señaló: “El Papa ha querido preparar este tiempo con un Año de la Oración, lo que nos invita a hacer espacios de silencio en esta Navidad para disponernos ante el misterio que se nos acerca y se nos ofrece.
Antes de que el Papa introdujera el concepto de la ‘Iglesia en salida’ —que, aunque se ha convertido en una especie de tópico, sigue siendo un tópico hermoso—, ya lo había sido nuestro Dios. El Padre es un Dios en salida: el Padre salió al encuentro del mundo y nos envió a su Hijo para buscarnos y encontrarse con nosotros.
Todo esto debemos prepararlo en el corazón, mediante la oración, y también en la comunidad cristiana, creciendo en esperanza y en el deseo de encontrarnos con el Señor. Porque, si nos encontramos con Él, necesariamente seremos impulsados hacia los demás. Dios es gracia, y cuando somos agradecidos por esa gracia —valga la redundancia—, nos convertimos en gracia para los demás”.
- Ciriaco se despidió deseando a todos los albacetenses salud en el cuerpo y en el espíritu, animándolos a vencer el pesimismo que puedan generar las circunstancias del mundo. Invitó, como siempre, a mantener la ilusión, a cultivar la esperanza, a abrir el corazón y a vivir con alegría.
El obispo emérito de Albacete, que pronto cumplirá 82 años, reside en la Casa Sacerdotal de Palencia. Desde allí, se traslada a distintos lugares donde es invitado para impartir retiros y ejercicios espirituales a sacerdotes, mostrando su entusiasmo por seguir sirviendo a la Iglesia y a los hermanos. Afirma sentirse en excelente estado de salud y asegura que sigue “manteniendo el tipo”.