10463

10463

28 de junio de 2020

|

179

Visitas: 179

[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]A[/fusion_dropcap] lo largo del año, hay dos solemnes encuentros en los que se dan cita todos los sacerdotes de la Diócesis. El primero es el Miércoles Santo en que se celebra la Misa Crismal, en la que renuevan sus promesas recordando la institución del sacerdocio por Jesús para llevar adelante fielmente su ministerio. En este día, se consagra el Santo Crisma y se bendicen los óleos que, después, cada sacerdote llevará a sus parroquias para celebrar los santos sacramentos.

El segundo encuentro tiene lugar el día 10 de mayo, festividad del Santo manchego, Juan de Ávila, patrón del clero español. Y en ese día se recuerda también a los hermanos sacerdotes que cumplen sus bodas de plata, oro o platino de vida sacerdotal. Este año la pandemia ha roto estos planes pero, cuando hay buen espíritu, todo es posible. Así pues, el próximo miércoles, día 1 de julio, a las 11 h., en la Santa Iglesia Catedral, va a tener lugar la Misa Crismal, presidida por el Sr. Obispo y, posteriormente, el homenaje a los sacerdotes que este año celebran sus bodas sacerdotales.

Nuestra “Hoja Dominical” quiere haceros conocer a los sacerdotes homenajeados para que los tengáis presentes en vuestras oraciones y les ayudéis a vivir cada día con mayor fidelidad. Tenemos a Alejandro Márquez, quien celebra sus 25 años de sacerdocio. Nació en Villarrobledo. Empezó su vida pastoral en Férez, después pasó a Fuentealbilla. En la actualidad, es párroco de Villapalacios, Bienservida, Salobre y Reolid. Durante unos veinte años, ha trabajado en la Asociación Sagrada Familia curando drogodependencias. Le preguntamos cómo surgió su vocación y nos responde que lo suyo ha sido cosa de Dios que se empeñó en que fuera cura, a pesar de sus dudas, miedos e indecisiones, Él se salió con la suya. Se ordenó a los 29 años. Le preguntamos por lo mejor y peor de su vida, y nos responde que lo mejor ha sido el trabajo con los drogadictos y el contacto con sus familias y ver un Dios que nos ama y que siempre nos perdona. También recuerda mucho a la gente sencilla de los pueblos. Lo peor, sentir que, a veces, no era comprendido en lo que hacía. A la pregunta de qué palabra tiene para los jóvenes, nos dice que merece la pena dar la vida porque es la mejor manera de vivirla.

Ahora vamos con los que van a celebrar las bodas de oro, cincuenta años de sacerdotes. Los dos son religiosos del Convento de Carmelitas de Caudete, que fue fundado en 1579. En primer lugar, hablamos con el P. Luis Torres, nacido en Caudete y ahora párroco en su pueblo. A la pregunta de cómo surgió su vocación nos dice que era monaguillo con el P. Elías y quería ser como él. Así, fue al Seminario e hizo los estudios teológicos en Salamanca, donde se ordenó sacerdote. A la pregunta de lo más hermoso de su vida, nos contesta que fue su ordenación sacerdotal. Estaba allí su familia y, sobre todo, su madre que tenía como el sueño más grande de su vida el que su hijo fuera sacerdote. Y qué momentos difíciles ha encontrado en el día a día, dice que, a veces, los cambios de comunidades. Este último llevaba ya en Onda 38 años y de golpe de párroco en mi pueblo. Estoy muy contento, pero no es fácil olvidar muchas cosas. A la pregunta de qué diría a los jóvenes, responde que a los que no son creyentes no les puedo decir mucho, pero a los que profesan la fe católica que sean consecuentes para que vean lo que el Señor de verdad quiere para ellos.

Ahora hablamos con el P. Alfonso Herrera, que es el prior de la Comunidad. Procede de un pueblo toledano, muy cercano al de nuestro Obispo, D. Ángel. A la pregunta de ver cómo surgió su vocación, nos dice que estaba estudiando 3º de bachillerato. Por su puerta, pasó un carmelita que iba buscando a un chico de su barrio y pensó que también quiería ser religioso. Me puse en contacto con él y aquí estoy. Sus mejores recuerdos, nos confiesa, fueron cuatro años que, con un compañero, estuvo en los Picos de Europa como párroco de un montón de pueblos, a veces de muy difícil acceso. Ante los peores recuerdos, nos dice que para él todo ha sido muy positivo. ¿Qué decir a los jóvenes hoy? No es fácil decir mucho, pues escuchan poco. A veces buscan gurús, realidades imaginarias que creen que los van a realizar. Quien de verdad puede llenar sus vidas es el encuentro con el Señor Jesús.

Recordamos también a D. José Luis Mena en sus bodas de platino, 65 años entre nosotros. En los principios de la Diócesis, se necesitaban sacerdotes y desde Navarra nos llegó este gran regalo. Aterrizó en Vianos y allí sigue como párroco y está encargado también del Robledo. Ya tiene mérito, a sus 89 años, seguir aún en la brecha. Felicidades.