19 de junio de 2022
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Bajo el lema “De la adoración al compromiso”, los obispos de la Subcomisión Episcopal de Acción Caritativa y Social lanzan su mensaje para la festividad del Corpus Christi, Día de Caridad, de este año, en el que agradecen “la respuesta e implicación solidaria de la sociedad en su conjunto” ante el sufrimiento causado por la pandemia de la Covid-19 y la guerra en Ucrania y urgen a “un compromiso solidario y estable”.
En su mensaje, los prelados invitan a “ser sembradores de semillas de bien, de justicia y de caridad para un mundo más humano, justo y pacífico” y felicitan a Cáritas en su 75 aniversario. Aseguran que “lo más importante de esta historia de amor y servicio son los miles de personas en nuestro país y en muchas partes del mundo que le han confiado su vida y tantas otras (voluntarios, trabajadores, donantes…) cuya generosidad ha generado nuevas ilusiones, oportunidades y esperanzas”
Se referían además a la fraternidad cuyo ejercicio no es un deber categórico, sino un impulso del corazón que nos encamina hacia los hermanos y nos empuja a la fraternidad. “Todos estamos invitados a caminar juntos viviendo la sinodalidad, es decir, dejándonos guiar por la luz del Espíritu Santo, escuchándonos unos a otros y prestando especial atención a los que están en la periferia”.
El obispo de Albacete, Ángel Fernández Collado, también recuerda que “Cáritas es la expresión del amor de la Iglesia, que intenta estar cerca de las personas más necesitadas, articulando para ellos todos los medios que estén a su alcance”.
Más de 10.000 personas beneficiadas en la provincia de Albacete
Cáritas Albacete ha presentado su Memoria 2021 donde da cuenta del destino de los más de 4 millones de euros invertidos junto a la Fundación El Sembrador a lo largo de 2021, de cuya acción se han beneficiado más de 10.000 personas en toda la provincia. Una inversión que crece, y que demuestra el esfuerzo de la Institución para ofrecer apoyos adaptados a las diferentes necesidades de las personas a las que acompaña.
Desde el programa de Atención Primaria, Cáritas Albacete ha trabajado con 2.834 personas para conseguir el logro de su autonomía. Con el objetivo de contribuir a la construcción de la economía solidaria y de atender las necesidades de las personas en situación de desventaja social, ha ofrecido formación, orientación y asesoramiento a 1.088 personas a través de su programa de Empleo. Para ello cuentan con una herramienta clave, la Fundación El Sembrador, que a lo largo del pasado año sumó una nueva línea de negocio, El Búho Letur, lo que evidencia su compromiso por crear empleo en el territorio y seguir siendo una oportunidad para que las personas puedan formarse y adquirir competencias. Cáritas ha seguido trabajando al lado de personas en situación de calle, atendiendo a 55 personas, y privadas de libertad a través de su programa Abrir Ventanas, que ha ofrecido apoyo a 85 personas. 476 niños y niñas han participado en su programa de Infancia Adolescencia y Familia, que tiene el objetivo de garantizar los derechos de los menores, y otros programas como Mediación Jurídica han atendido 1.906 personas, incrementando su intervención en barrios especialmente vulnerables, que están sufriendo de manera especial las consecuencias de la crisis.
El secretario de Cáritas Diocesana de Albacete, Antonio García Blanquer, también advierte de la desvinculación social que ha dejado la pandemia, y que les ha llevado a poner en marcha un nuevo programa encaminado a acompañar a personas mayores que se sienten solas, y a apoyar iniciativas parroquiales puestas en marcha para contribuir a frenar la brecha digital.
Aumentan las desigualdades
Cáritas Diocesana de Albacete presentaba en la Diputación provincial de Albacete el informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en Castilla- La Mancha. Se trata de la primera radiografía social completa que habla del impacto que ha tenido la pandemia de la Covid sobre la sociedad castellano-manchega, y que corría a cargo del coordinador del equipo de estudios de Cáritas Española, Raúl Flores.
La crisis sanitaria y social ha marcado un punto de inflexión en la evolución de las condiciones de vida y niveles de integración social de las personas y familias. Una situación que con la crisis de Ucrania, la inflación y el aumento del precio de la energía, está agravando aún más las condiciones de vida de muchas familias, y que evidencia que los grandes damnificados son precisamente las personas y familias más frágiles.
El “shock sin precedentes” del que alertaba el coordinador del equipo de estudios de Cáritas Española, ha sido mucho más que económico. La pandemia ha deteriorado las relaciones personales y ha constatado que los cuidados siguen recayendo en las mujeres.
Cerca de 479 mil personas se encuentran en situación de exclsión social en Castilla-La Mancha, 71.000 personas más que en 2018. La desigualdad, afirma Raúl Flores, ha crecido, y en espacios, como el de la renta, lo ha hecho de una forma muy acusada, un 37%, cifra muy superior al incremento que tuvo durante la crisis de 2008. Pero más allá de los ingresos y de las capacidades materiales de las familias, hay otras dimensiones sociales de la desigualdad con un impacto especial en estos tiempos, como son las oportunidades educativas o tecnológicas. Se han sumado nuevas brechas, como es la brecha digital, o se agravan brechas pre existentes como son las oportunidades educativas.
Raúl Flores advertía también que más de 80.000 familias de la región dependen de los ingresos de un sustentador principal y hay muchas unidades familiares que a pesar de tener trabajo no pueden salir adelante. De hecho, ahora, señalaba que tener un trabajo no basta para estar en el espacio de la integración. El también secretario técnico de la Fundación FOESSA se refería a personas que, a pesar de trabajar, no tienen posición económica buena ni suficiente integración social. Se trata de una segunda o tercera categoría de trabajadores con inestabilidad laboral grave, q a pesar de esforzarse no consiguen llegar ni a lo más mínimo que necesitan las familias.