14 de mayo de 2023
|
43
Visitas: 43
Hoy, 14 de mayo, se celebra la Pascua del Enfermo o también conocido en Albacete como Día Parroquial del Enfermo. La delegación de Pastoral de la Salud y Frater han organizado una celebración diocesana que tendrá lugar esta tarde, a las 18 h., en la Catedral. Nuestro obispo, D. Ángel, presidirá la Eucaristía con Unción de los Enfermos. La delegación de Pastoral de Salud invita especialmente a participar a los enfermos y a todos los agentes de pastoral de la salud de nuestra diócesis.
La Pastoral de la Salud está a diario presente tanto en las parroquias, en las casas y hospitales. Así lo atestiguan estos dos testimonios que ofrecemos a continuación.
El lugar del enfermo en la comunidad (Mamen Esteban, Miembro de la coordinadora de Pastoral de la Salud)
El Papa Francisco, nos recuerda en la Jornada Mundial del Enfermo 2023 que la enfermedad forma parte de la experiencia de todos como seres humanos “si se vive en el aislamiento y el abandono, si no va acompañada del cuidado y de la compasión, puede llegar a ser inhumana”.
Los enfermos y ancianos ocupan un lugar importante dentro de la comunidad parroquial. La comunidad debe comprometerse en una acción evangelizadora que acoja a la persona en el momento de la enfermedad y en el momento de la vejez. Hay que concienciar a la comunidad de la importancia que tiene la presencia de la parroquia en la vida del enfermo, estando atentos a las personas que dejan de venir por enfermedad u otra limitación para poder acercarnos a ellos. Nuestra misión es visitarlos, acompañarlos y ayudarlos.
Queremos que sientan que no están solos, que Cristo a través de la comunidad parroquial está a su lado. Los acompañamos con respeto, de forma desinteresada y gratuita, aunque es mucho más lo que recibimos que lo que damos. Llevamos la Comunión a todos los que por su limitación o enfermedad no pueden asistir a la Eucaristía y desean recibirla.
Desde la Pastoral de la Salud en la parroquia hacemos que el enfermo y el anciano sepa que no está olvidado, que es aceptado, apreciado y querido. En las parroquias tenemos que hacer que recuperen su sitio dentro de la comunidad teniéndoles muy presentes. Debemos facilitar su participación en las celebraciones comunitarias, como puede ser el día del enfermo y la celebración comunitaria de la unción.
Desde la Pastoral de la Salud en las parroquias, queremos poner por obra las palabras de Jesús “estaba enfermo y me visitasteis”.
Acompañar en el dolor
Soy Socorro Vílchez. Pertenezco al Instituto Secular Obreras de la Cruz. Llevo en Albacete 10 años, trabajo en el Hospital Nuestra Señora del Perpetuo Socorro junto con dos sacerdotes.
Es difícil en unas pocas líneas plasmar tantos sentimientos y emociones, en el acompañamiento, a los enfermos y familiares.
Me pregunto ¿Qué sentido tiene el dolor y la muerte? ¿Por qué tantos años trabajando en hospitales acompañando?
Cada día me encuentro con el sufrimiento y la muerte, pero también con la vida, recibo más de lo que ofrezco, me encuentro con Cristo Vivo, en la persona joven y también mayor, en la debilidad humana, pero él está ahí, porque para que haya vida, nos entrega la suya, por eso entregar vida, amar, sufrir, siempre da más vida a nosotros y a los demás. Porque derramando amor, ternura, miradas compasivas, sonrisas, hacemos presente el Evangelio.
En el Hospital, tiene que estar presente la Iglesia, el enfermo y también su familia, necesitan de nuestra presencia, creyentes y no creyentes, ofreciéndoles una cercanía cariñosa, transmitiéndoles que Jesús está cerca, alimentando en ellos la fe y la esperanza, la oración y el calor fraterno.
Expresándoles que el Jesús de la vida los acaricia, a través del Sacramento de la Unción, los toma de la mano recodándoles que nada ni nadie nos separará de su Amor.
Con esta experiencia se puede comprobar que vivir es un regalo, cada latido que sentimos tiene una enorme gratitud.
Para mi este trabajo me ha enseñado a dar Gracias continuamente por el don de la vida, mi vocación, mi familia, mis amigos, mi comunidad
Jesús es el que salva y sana y cura. Él lo hace y es una labor solidaria. Él es el protagonista.
Se que a todos nos preocupa y nos ocupa este tema. Que el Espíritu nos ayude y enseñe a discernir como se puede plasmar en nuestras comunidades como prioridad.
Ojalá descubramos todos que la muerte es una parte de la misma vida. Lo que siempre perdura es el amor.