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4 de febrero de 2024

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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]ste año 2024 se cumplen 50 años de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Albacete, concretamente de la puesta en marcha del templo parroquial. Son muchas las personas que recuerdan los comienzos en el año 1974, de la mano de D. Emeterio. La labor de la Cáritas parroquial entre los más necesitados del barrio, el trabajo con los jóvenes, verdadero ejército de chicos y chicas que llenaban los salones parroquiales durante el fin de semana, liturgia, catequesis, montañeros… y cuando llegaba el verano, el campamento, todo un mes en la naturaleza donde los jóvenes se formaban y asentaban los valores que la buena labor de D. Emeterio, ayudado por el trabajo de los demás sacerdotes, habían sembrado en aquellas almas durante el curso pastoral. 

La parroquia se iba quedando pequeña y era necesario ampliarla. De esta manera se fueron adquiriendo locales que rodeaban el templo, construido en los bajos de edificio que ocupa la manzana situada entre las calles Ríos Rosas y Luis Badía. El mismo templo fue experimentando cambios a lo largo de los años para darle la mayor dignidad posible, hasta llegar a la configuración actual, que data de los años 90. El párroco actual, D. Antonio Abellán, destaca “de entre toda la labor de D. Emeterio, la gran inversión en formar a aquellos chicos para que fueran pilares de la sociedad y de las futuras familias cristianas que, muchas de ellas, habrían de salir de la parroquia, así como el trabajo por el fomento de vocaciones sacerdotales con los frutos que nuestra Diócesis ha podido cosechar: un buen grupo de sacerdotes ordenados para Albacete, consecuencia del trabajo directo de D. Emeterio, así como otros que han surgido de modo indirecto por su influencia”. 

Actualmente la parroquia sigue su tarea de evangelización en el barrio. La labor de la catequesis y los catequistas que ofrecen su trabajo para contribuir en la formación cristiana de los niños. La dedicación de los voluntarios de Cáritas al servicio de los más necesitados. La labor evangelizadora de las dos comunidades del Camino Neocatecumenal. La tarea educadora del Grupo Scout Hermano Lobo, con cerca de 100 niños. El afán por formarse del grupo de matrimonios. El equipo de belenistas. El grupo de limpieza. 

Antonio Abellán, expresa “no quisiera terminar sin un recuerdo para aquellos sacerdotes que, capitaneados por D. Emeterio han hecho posible el trabajo apostólico de la parroquia, los que fallecieron, D. José, D. Rafael y D. Gerardo, y los que continúan su tarea sacerdotal en otros destinos, Carlos Esparcia, Carlos Vidal Sánchez y Julián Ros. Así como una petición de oración por los que ahora, sacerdotes y laicos, continuamos con la labor comenzada hace 50 años”.

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