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22 de enero de 2023

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Hace siete años La Casa de la Biblia, una institución creada por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, le propuso a nuestro Obispo iniciar un proceso de lectura creyente de la Palabra, la Lectio Divina. Se trata de una lectura inclusiva con cuatro pasos que ayudan a conocer, comprender, orar y vivir la Palabra de Dios como parte de nuestras vidas. Actualmente se está leyendo el evangelio de Juan. En este domingo dedicado especialmente a la Palabra de Dios presentamos algunos de los muchos grupos que existen en las parroquias de la Diócesis de Albacete.

San Juan Bautista (Albacete) 
El grupo de Lectio divina de la parroquia de San Juan Bautista comenzó como una formación del grupo de Liturgia de la parroquia en enero de 2017 con el Evangelio de San Marcos y así ha perseverado a lo largo de estos 6 años siguiendo el itinerario del servicio Bíblico Diocesano. El grupo lo comenzaron unas 10 personas y a lo largo de estos años se han incorporado de otros grupos de la parroquia o laicos que quieren formarse en la palabra de Dios. 

Caridad Sainz de Baranda es miembro de este grupo. Ella nos manifiesta que “la experiencia de la lectura continuada de la palabra de Dios, ha sido muy enriquecedora, nos ha abierto el oído para co­nocer mejor la buena noticia del Evangelio y nos ha llevado a tener una mayor intimidad con Jesús. No ha sido solo una formación de conocimientos bíblicos, por un lado, muy valiosa, sino que la palabra de Dios, proclamada tras la invocación del Espíritu y vivida en comunidad, nos ha llevado a aterrizar en los acon­tecimientos de nuestra vida. Hemos podido abrir nuestros su­frimientos y alegrías ante los demás y nos ha dado una comu­nión espiri­tual, que ha sido como una lluvia que empapa la tierra re­seca y que ha dado sus frutos en una mayor confianza y esperanza y ha supuesto una ayuda en nuestra conversión de cada día. El grupo de Lectio en la parroquia aporta la posibilidad de que todo el que necesite empaparse de la palabra de Dios y descubrir su mensaje puede incorporarse en este camino de profundización y conocimiento del mensaje de Jesús”.

Santa María (Villarrobledo)  
En la parroquia de Santa María de Villarrobledo, actualmente, hay 4 grupos de Lectio Divina. Alguno de estos grupos que hace 13 años empezaron como grupos de Biblia, hace unos años, cuando en la Dió­cesis se empezó con la propuesta de crear grupos de Lectio Divina, se decidió que pasaran a trabajar este método de estudio y oración de la Palabra, siguiendo el libro que desde el Instituto Teológico se propone cada curso. Mari Paz Sáez Montejano es miembro de uno de estos grupos

Les hemos pedido que nos cuente que aporta a su vida de fe participar en uno de estos grupos. Nos dice que empezó a participar en los grupos de cono­cimiento de la Biblia hace alrededor de 8 años, des­pués, por diversas circunstancias, tuvo un parón, y hará unos 4 años que volvió a incorporar en los grupos de Lectio Divina. Durante los años que no ha podido participar activamente, parecía que le falta­ba algo, que no le dejaba avanzar en su camino de fe. El participar en su grupo de Lectio, le sirve para complementar y potenciar su fe, lo que hace que esté deseando poner en práctica las enseñanzas de Jesús, ayudando a los necesitados, sobre todo a los enfer­mos (desde hace 25 años es voluntaria de la Hospi­talidad Diocesana de Lourdes); gracias a su partici­pación en este grupo de Lectio, que está muy bien cohesionado, de diversas edades y experiencias, está deseando que llegue el día de la reunión para seguir buscando el camino que Dios quiere que siga. En las reuniones, analizan detalles de cada una de las lec­turas que les hace caer en la cuenta que somos muy pequeños y que debemos dejarnos modelar por el Alfarero.

Fuente-Álamo
La trayectoria del grupo de Lectio Divina de la parroquia de Fuenteálamo viene de lejos Se reúnen como grupo desde hace 12 años para formarse, so­bre todo, en Liturgia y en Biblia. Desde hace 6 años son un grupo de Lectio Divina siguiendo el itinerario Diocesano. A las reuniones asisten entre 13 y 15 per­sonas de entre 40 y 80 años.

Participar en el grupo les produce sentimientos de “hermandad”. Ha aumentado entre los miem­bros del grupo la amistad, cercanía y confianza.

Las aportaciones de los miembros del grupo les ayudan a resolver algunas cuestiones, a mirar con otra perspectiva y a madurar en la fe conociendo mejor la figura de Jesús que les han ido presentando los evangelistas y San Pablo.

Conocer la forma de vida de las primeras Comu­nidades cristianas les ha hecho replantearse su esti­lo de vida y caer en la cuenta de la incoherencia con la que, a veces, vivimos.

Al mismo tiempo han ido descubriendo a un Dios misericordioso que invita, a través de las insinua­ciones del Espíritu Santo, a colaborar en la construc­ción del Reino.

La reunión semanal les ayuda a tomar más en se­rio y a ser constantes, entre otras cosas, en la ora­ción diaria. La perseverancia en la oración les ayuda a estar como en línea directa con el Señor al que se dirigen incluso para cosas muy del día a día: un viaje, una visita al médico, una enfermedad, una alegría, una conversación.

Se ha afianzado en ellos la certeza de que la fe cre­ce en comunidad. Todas las componentes del grupo están implicadas en las distintas actividades parro­quiales, ya sea en Catequesis, Liturgia, Limpieza… y otras. Ya estaban implicados antes de comenzar con la Lectio, pero se ha intensificado su compromiso al sentirse implicados en la marcha de la parroquia.