8 de mayo de 2022
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]U[/fusion_dropcap]n año más, volvemos a celebrar esta campaña promovida por Obras Misionales Pontificias, junto con la Jornada de oración por las vocaciones de mano de la CEE, Confer y Cedis. ¡¡¡Qué alegría!!! Y el lema de este año, nos alienta a dar lo mejor de nosotros mismos: nuestro tiempo, entrega, disponibilidad, compromiso, generosidad…todo por y para los demás. Ser testigos del amor de Cristo en nuestras vidas, y eso, contagiarlo a los demás a través de darnos al prójimo.
¿Qué es esta jornada de #VocacionesNativas? Es un día especialmente dedicado a la oración y la cooperación con los jóvenes que son llamados al sacerdocio o la vida consagrada en los territorios de misión. Con esta campaña, se cubren muchos proyectos, pues existen muchas vocaciones, pero escasos recursos de formación para que se hagan realidad. Con la ayuda que enviamos se busca ayudarlas en sus dificultades.
Hablar de la Jornada de Vocaciones Nativas, es hablar de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. En nuestras Iglesias de larga historia, nos parece “normal” contar con sacerdotes, religiosas… Pero no lo es. Su presencia es un auténtico don. Lo saben muy bien las Iglesias que se abren camino en los territorios de misión. Allí muchas de esas vocaciones se enfrentan a contextos de pobreza y a la falta de recursos en sus familias y sus centros de formación. ¿Te imaginas lo que es querer con toda el alma entregarte a Dios, a los demás, al servicio de tu Iglesia local, y ver que no puedes cubrir ni los gastos mínimos de tu formación y sostenimiento? PONTE EN SU PIEL.
Desde hace más de 130 años, existe una Obra Misional Pontificia que se dedica a ayudar a los seminaristas y novicias del mundo que más lo necesitan. Un regalo que el Espíritu hizo a la Iglesia a través del “sentir católico” de dos laicas francesas: Juana Bigard, y su madre, Estefanía. Es la Obra de San Pedro Apóstol, que tiene encomendado el cuidado de los seminarios diocesanos en los territorios de los noviciados. El ejemplo de los misioneros hace que muchos jóvenes, movidos por el Espíritu Santo, sientan la llamada del Señor para seguir sus pasos. Las vocaciones nativas son la mejor herencia que los misioneros pueden dejar en la misión, porque son la muestra de que el Evangelio ha arraigado, y representan el presente y futuro de la Iglesia católica allí. Muchos jóvenes dan el paso, pero tienen serias dificultades para seguir adelante con su vocación. Por ello, es necesario que cuenten con la oración de toda la Iglesia y su apoyo económico.
Ayudar a las vocaciones nativas está al alcance de nuestra mano. ¿Y cómo podemos hacerlo?: con tu oración y tu ofrecimiento espiritual, con tu aportación a la colecta de la Jornada de Vocaciones Nativas (Hoy, IV Domingo de Pascua), con donativos (puntuales o haciéndote socio), herencias y legados, con «becas de estudio», sufragadas individualmente o por una parroquia, colegio, seminario…; y con estipendios de misa. Más información en www.vocacionesnativas.es, o en la Delegación de Misiones de Albacete: 615811203, misionesalbacete@omp.es.
¿Cuáles son las ayudas concretas de la Obra de San Pedro Apóstol a las vocaciones?:
• Da un subsidio anual para los gastos ordinarios de los seminarios y la manutención y matriculación de los seminaristas y novicios.
• Apoya la construcción y mantenimiento de los seminarios, con vistas a su progresiva autofinanciación (granjas, placas solares…).
• Impulsa una buena formación de las vocaciones en consonancia con el resto de las diócesis del mundo, para que el lugar de nacimiento de una vocación no determine la calidad de su formación. Se apoya a los formadores.
• Ofrece becas de estudio en universidades internacionales para ofrecer estudios superiores de Teología. De estos centros han salido muchos obispos, teólogos, rectores, profesores, etc., que han ayudado a la consolidación de la Iglesia local.
Gracias a las colectas de la Jornada de Vocaciones Nativas y a las becas de estudio, desde OMP España el año pasado se enviaron 1.620.735,69€, que apoyaron a más de 7.000 seminaristas en 52 diócesis de 19 países. Desde la Diócesis de Albacete fueron 5.929,57€. En 2020 esta Obra apoyó a 75.365 seminaristas, 2.201 formadores y 7.259 novicios/as.
Muchas de estas vocaciones, ante la necesidad de sacerdotes y religiosas en nuestras Diócesis españolas, contribuyen a nuestra labor pastoral, muchas veces en agradecimiento por su apoyo en la formación, o porque un misionero fue el espejo vocacional en el que mirarse.
Dios dice a Abrahán: “Sal de tu tierra”, y él se pone en camino. Confía y deja su propio proyecto para encontrarse con el de Dios. El Señor rompe nuestros esquemas y desafía nuestros razonamientos.
Demos gracias a Dios por todas las personas que han dicho SÍ a la llamada del Señor, recemos por todas aquellas que aún no han dado el paso, y colaboremos con todos esos procesos vocacionales que, sin nuestra aportación económica, no podrían llevar a término su respuesta.