“La caridad no es solo dar, es acompañar, cuidar y construir esperanza”

“La caridad no es solo dar, es acompañar, cuidar y construir esperanza”

22 de junio de 2025

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En el Día del Corpus Christi, Día de la Caridad, hablamos con José Antonio Abellán Jiménez, delegado del Obispo en Cáritas Diocesana de Albacete, con quien repasamos los principales datos de la Memoria del año 2024 y cómo vivir esta jornada tan significativa para Cáritas.

—Cáritas Diocesana de Albacete ha presentado su Memoria Económica y de Acción Social del pasado año. ¿Qué destacas de ella?
— De esta memoria podemos destacar que el empleo y la vivienda siguen siendo dos de los grandes retos. Desde la Iglesia, y concretamente desde Cáritas, ponemos el máximo empeño para que no haya empleos precarios —que los hay—, y para que el acceso a la vivienda sea un derecho real, porque hoy muchas familias destinan hasta el 70 % de sus ingresos solo a mantener su hogar. No se trata solo de números, sino de dignidad.

— ¿Qué futuro abre este trabajo? ¿Qué camino plantea esta memoria?        
— Nos abre a una participación cada vez más comunitaria. La memoria recoge datos, sí, pero Cáritas, a partir de esos datos, relanza su misión. Por eso la campaña de este año lleva por lema: “Mientras haya personas, hay esperanza”, que se alinea con el Jubileo de la Esperanza que la Iglesia celebra este año 2025. Me acuerdo de una frase que escuché de un compañero sacerdote hace años y que llevo grabada en mi corazón: “Mientras haya Dios, hay misericordia”. Pues así también: mientras haya personas, hay esperanza. Cáritas quiere ser un instrumento de unidad y de servicio en nombre de Jesucristo, al servicio de la Iglesia y de toda la sociedad.

— Una memoria que habla de números, pero también de rostros, de historias. Hoy celebramos el Día de la Caridad. ¿Cómo vivir la caridad hoy, en este tiempo eclesial?
— Vivir la caridad hoy implica hacerlo desde el sentido de la justicia. La verdadera caridad nos la muestra Jesucristo: “Tomad y comed, esto es mi cuerpo. Tomad y bebed, esta es mi sangre”. Lo dijo, y luego entregó su vida. Ese acto supremo de entrega es nuestra referencia.
Por eso, cuando nos acercamos a la Eucaristía, y nos saciamos espiritualmente, estamos también llamados al compromiso de saciar a otros: espiritualmente, sí, pero también materialmente. Porque el sacramento del altar está unido al `sacramento del hermano´.

— Nos hablabas de situaciones de injusticia. En la memoria se menciona el caso de Letur, una de las grandes tragedias del año pasado. ¿Cómo actuó Cáritas allí?
— Letur ha sido una herida profunda. Desde el primer momento Cáritas ya estaba presente a través de la parroquia, del párroco Ignacio Requena y de toda la comunidad. Letur es una localidad de apenas 900 habitantes, donde todos se conocen; el dolor fue compartido.
Allí también está El Búho, un restaurante de inserción laboral promovido por la Fundación El Sembrador, y desde ahí Cáritas ha estado implicada en el plan de recuperación, con una intervención prevista a tres años.
Una parte esencial del trabajo ha sido el apoyo psicológico. Hemos puesto en marcha un Centro de Escucha y charlas psicoeducativas, y ya hemos acompañado a casi 40 personas. Cáritas no solo atiende la emergencia visible, sino también el duelo emocional y comunitario, y eso también es caridad.

— ¿Qué pinceladas nos deja para vivir este Día de la Caridad?          
—Como cristianos, tenemos que recordar que creer no es solo un acto intelectual, sino de vida. San Antonio de Padua, patrón de los pobres, decía algo muy valioso: el peligro del cristiano es creer en algo, pero no vivir de acuerdo con ello.
Por eso os invito primero a participar de la Eucaristía, a saciarnos del Cuerpo de Cristo, y luego a vivir con autenticidad nuestra fe, entregándonos a los demás con dedicación y coherencia.
Y segundo, participar en la tarea de Cáritas. Hay muchas formas de hacerlo: colaborar como voluntarios, apoyar económicamente, formar parte de nuestras actividades, donar tiempo, ideas, presencia. Cáritas es el brazo social de la Iglesia, que quiere llegar a donde hay dolor y, si no puede resolver, al menos acompaña, alienta y cuida.

— ¿Un último mensaje para cerrar esta jornada?         
— Que no dejemos que el pesimismo nos robe la mirada hacia los demás. Que sigamos confiando en que la esperanza se multiplica cuando se comparte. Cáritas ha atendido en 2024 a más de 8.800 personas en toda la provincia. Esto ha sido posible gracias a más de 1.150 personas voluntarias, 115 profesionales, 47 Cáritas parroquiales y más de 2.000 donantes, junto al apoyo de instituciones y administraciones. Detrás de cada número, hay una historia. Y detrás de cada historia, alguien que decidió no mirar hacia otro lado. Hoy es el Día de la Caridad. Hoy es día de esperanza.