23 de mayo de 2021
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José Antonio Cano es el consiliario general de Acción Católica General. Con él hablamos hoy, fiesta de Pentecostés y Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, sobre los nuevos retos y proyectos de esta asociación de la Iglesia.
¿Qué es la Acción Católica General?
Es la asociación de la Iglesia que reúne a los laicos habituales de parroquia: niños, jóvenes y adultos. Por tanto, es para todos, de esta manera es toda la familia la que está implicada en este proceso evangelizador. Es un proyecto netamente parroquial y diocesano. La Acción Católica General no tiene un carisma específico, sino que es el carisma de la propia Iglesia: evangelizar.
Es un proyecto totalmente renovado al servicio de las parroquias y de las diócesis. Un proyecto que contempla, por un lado, una experiencia-impacto, de primer anuncio y un itinerario de formación, en línea catecumenal, para toda la vida, y para todas las edades, con el deseo de formar discípulos misioneros, que vivan su vida en clave vocacional, respondiendo a la voluntad de Dios. Ayuda a todos los laicos a conocer la fe, orar y celebrar la fe, vivir la fe, construyendo la parroquia y presentes en las distintas realidades del mundo, transformando, evangélicamente, la sociedad. Un proyecto donde sacerdotes y laicos caminan sinodalmente para hacer presente el Reino de Dios.
Es un proyecto que puede cambiar muchos corazones y dar un rostro nuevo a nuestras parroquias y a nuestra sociedad.
¿Qué ofrece la acción católica en estos momentos? ¿cómo puede contribuir a la conversión pastoral de nuestras parroquias?
Estamos viviendo un momento donde es necesario llevar a cabo el Primer Anuncio para que muchas personas puedan tener un encuentro personal con Jesucristo, y ahí la Acción Católica General ofrece una experiencia de Primer Anuncio llamada “Encuentros 4-40”, que busca despertar la necesidad de Jesucristo y posibilitar la conversión a Él y, posteriormente, ofrecer un itinerario de formación donde se pueda crecer en la fe y discernir la voluntad de Dios en nuestra propia vida, sirviéndonos para ello de la metodología de la Revisión de Vida: Ver-Juzgar-Actuar. Esto nos ayuda a ver la realidad, reconocer la acción de Dios en lo cotidiano; juzgar e interpretar nuestra vida a la luz de la Palabra de Dios; y actuar, elegir lo que Dios quiere para nosotros y nuestro mundo. Un itinerario donde conocer los fundamentos de la fe, teniendo como base la Palabra de Dios, el Catecismo de la Iglesia Católica, el Magisterio y la Doctrina Social de la Iglesia. Un itinerario que ayuda a tener momentos intensos de oración y celebración, un itinerario que nos ayuda a hacer vida lo que hemos descubierto y así transformar todos los rincones de nuestra sociedad. De esta manera la Acción Católica General será escuela de santidad y escuela de discípulos misioneros.
Háblanos de los diferentes sectores
Podemos hablar de tres sectores: el sector de infancia, donde trabajamos los materiales de la Conferencia Episcopal Española “Jesús es Señor” y “Testigos del Señor” de una manera dinámica, viva, interpelante, con la metodología de la Revisión de Vida, donde los niños son protagonistas de su propio crecimiento.
Sector de jóvenes, donde utilizamos unos materiales especialmente adaptados para ellos. “Para empezar a caminar” es el material que utilizamos para grupos que están comenzando y “Haciendo camino” el que utilizamos para aquellos grupos que ya tienen cierta experiencia. En ellos hacemos todo un viaje por la historia de la salvación, que es la historia de amor de Dios con su pueblo, con todos y cada uno de nosotros.
Sector de adultos, donde utilizamos materiales similares a los jóvenes, pero con la clave de los adultos.
Y todo esto lo vamos viviendo en pequeños Equipos de Vida, donde descubrimos lo que Dios quiere de nosotros y desde ahí poder prestar nuestro servicio a la parroquia en las distintas acciones pastorales, y también a la sociedad, haciéndonos presentes en los distintos ambientes donde hemos de ser “fermento en la masa”: en el mundo de la cultura, la educación, la política, la sanidad, el trabajo, etc.
En todos los sectores buscamos que el Espíritu Santo sea el gran artífice de nuestra vida y la Eucaristía dominical sea el centro de nuestra experiencia de fe.
¿Cómo iniciarnos en este proyecto?
En primer lugar, lo importante es creer de verdad que Dios está preparando una nueva primavera en la Iglesia y que necesitamos una auténtica conversión personal y parroquial y pedir al Espíritu Santo que nos vaya abriendo camino.
Ya casi todas las diócesis, en mayor o menor medida han empezado esta nueva andadura en diferentes parroquias, y en muchas de estas diócesis existe una Comisión Diocesana compuesta por laicos y un sacerdote para ayudar a todas las parroquias que quieran hacer este camino. De igual manera, la Comisión Permanente, que a nivel nacional ayuda a todas las diócesis y parroquias que lo necesiten y nos hacemos presentes donde nos llaman para presentar en profundidad este Proyecto y poder llevar a cabo una experimentación en el trabajo con los distintos sectores, ayudando también a crear Escuelas de Acompañantes que posibiliten seguir descubriendo y viviendo.