27 de noviembre de 2022
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El Instituto Teológico Diocesano de Albacete es una institución educativa con más de cincuenta años de presencia en nuestra diócesis. Nació al detectar la necesidad de dar cuerpo a diversas iniciativas de formación para sacerdotes, agentes de pastoral y profesores de religión.
Un punto de inflexión decisivo tuvo lugar en febrero de 1996, cuando la Diócesis de Albacete y el Instituto Superior de Ciencias Religiosas a Distancia “San Agustín”, incorporado a la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, firmaron un convenio por el que se creaba en Albacete una extensión de dicho Instituto. Desde entonces, la organización de los estudios de Diplomatura y Licenciatura en Ciencias Religiosas ha ocupado un lugar principal en la vida del Instituto Teológico Diocesano, con una importante repercusión en la vida diocesana.
A partir del curso 2012-2013 el Instituto se incorpora como extensión al Instituto Superior de Ciencias Religiosas, Sección a Distancia de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid, ofertando la titulación de Grado y Máster de Ciencias Religiosas.
En 2016 se da un nuevo formato semipresencial a los estudios de DECA para la enseñanza de la asignatura de Religión en colegios e institutos, con amplia difusión a nivel nacional. Comienza también la colaboración con los grupos de Lectio Divina, una experiencia parroquial de lectura de la Palabra de Dios que ya está en su sexto año y la Escuela de Evangelizadores.
En la actualidad el Instituto continúa trabajando para prestar un servicio académico de calidad al alumnado, este curso con la gran novedad de las nuevas instalaciones en el Seminario Diocesano. Un centro con amplias instalaciones que da cabida a alumnos de manera presencial y virtual a través de nuevas aulas dotadas de los últimos recursos tecnológicos, para dar respuesta a las necesidades de hoy en día. Un lugar que quiere ser punto de encuentro de fe y razón, una casa abierta a las distintas necesidades formativas diocesanas (profesores de religión, catequistas, pastoral de enfermos, etc.). Con mucha ilusión comienza esta nueva andadura que, en palabras de su director, Juan José Fernández, esperan «sea simiente de Cristo, buena noticia e, iluminados por la fuerza del Espíritu Santo ayude “para que todo el mundo, oyendo, crea, creyendo, espere, y esperando, ame” (DV 1)».
En este curso cuenta con cerca de 150 alumnos, algunos de ellos nos ofrecen sus impresiones acerca de lo que el Instituto les aporta.
Ana Luisa Portero Rodenas es de la parroquia de San Pablo de Albacete. Comenzó en el Instituto por su hijo. Éste era catequista en la parroquia, pero por estudios no podía continuar. Entonces le pidió a su madre que le sustituyera. Así Ana Luisa comenzó como catequista con un poco de miedo por si le preguntaban algo que no sabía responder. Este deseo de ser una buena catequista junto con el impulso de su párroco le llevo a matricularse en Ciencias Religiosas. Este año cursa tercero. Las asignaturas que más le han gustado han sido antropología teológica, antropología filosófica y también las de sacramentos. Reconoce que es todo un lujo poder estudiar en este centro porque es cercano, accesible y facilita mucho las cosas a los alumnos.
Irene Acebal es profesora de secundaria en el colegio La Enseñanza. La inquietud por conocer y saber más acerca de nuestra fe junto con el deseo de impartir en el futuro la asignatura de religión le llevaron a matricularse en Ciencias Religiosas. Destaca la flexibilidad y adaptabilidad de todos los profesores. Las asignaturas con los que más ha disfrutado han sido evangélicos sinópticos, filosofía y las de teología: introducción, fundamental. Lo que mas le está costando es lo relacionado con la historia. Reconoce que el camino es largo y que todavía le queda mucho por conocer y reflexionar por lo que invita a otros a que también comiencen a estudiar.
Emilio José Pérez es de la parroquia de Alcaraz, en la que está involucrado en varios movimientos como los scouts. Movido por el autoconocimiento y para poner razón a la fe ha comenzado este año Emilio los estudios en el Instituto Teológico. En estos dos meses lo que más le ha sorprendido es la razón que las asignaturas aportan a todo el contexto de la fe. No esperaba esa parte de conocimiento que está adquiriendo.
Carmelo Molina Jiménez tiene 56 años, es funcionario del Estado y pertenece a la parroquia de la Sagrada Familia de Albacete. Se encuentra en el último curso y reconoce que estudiar Ciencias Religiosas le ha aportado más conocimiento de Dios, le ha ayudado a profundizar en el núcleo central de la fe, una formación sólida, fundamentada, clara, fiel al Magisterio y a la Iglesia. Esto le ha dado ánimos y fuerza dar testimonio en los distintos ambientes que se desenvuelve su vida, a evangelizar y a ofrecer a sus amigos, familiares, compañeros de trabajo, vecinos la propia experiencia de Dios. Está muy contento con el ITDA porque además de permitir la formación a distancia, enseña la importancia de los fundamentos y pensamientos cristianos desde los primeros siglos hasta el momento actual, ver su evolución e influencia en la sociedad y en la persona.
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