La Navidad marca un punto de inflexión en nuestras vidas. Celebramos que Dios nace, como niño, en medio de nuestra realidad, como uno más de nosotros, y nos muestra su amor incondicional a través de millones de gestos que anuncian vida y esperanza para la humanidad.

En este tiempo, Cáritas lanza su tradicional cam­paña con el lema “Navidad también es estar cer­ca de quien nos necesita”. Con este mensaje, la entidad quiere recordar que, cuando expresamos cercanía y cuidado a quienes más lo necesitan, ha­cemos posible la esperanza y el milagro de la Na­vidad.

Se trata de una invitación universal, porque ante el dolor, la desigualdad y el sufrimiento humano, todas las personas tenemos la capacidad de con­movernos, de compadecernos, de despertar y de salir al encuentro de nuestros hermanos y herma­nas.

Vivimos tiempos complejos en los que se hace di­fícil mantener la esperanza a flote: la tragedia cau­sada por la DANA; las guerras en Ucrania y Gaza; el inquietante momento en Oriente Medio, el éxo­do de personas, cada vez más jóvenes, que llegan a nuestras islas y costas; la desesperación de no tener vivienda, trabajo, ni perspectiva de un fu­turo digno que viven tantas personas nos ahogan de impotencia y ponen en riesgo nuestro anhelo de esperanza.

La labor que realiza Cáritas a través de todas las personas que participan de diferentes formas en todos sus proyectos e iniciativas, da fe de que la esperanza es el horizonte que salva de la medio­cridad, la indiferencia o la impotencia ante el dolor que no podemos evitar y apenas restaurar.

Se trata de una esperanza activa y comprometida que se conjuga con tres verbos: estar, permanecer y acompañar. Este es el quehacer de Cáritas a través de sus diferentes acciones.

Esto es posible gracias a la generosidad de so­cios, donantes, colaboradores y administraciones que hacen posible que la pobreza se transforme en oportunidades y en iniciativas concretas que pro­yectan cercanía y cuidado hacia las personas.

Más allá del consumo, de las luces y de las prisas, la Navidad nos invita también al reencuentro, a compartir con los demás, y a tener presente a otras personas que se encuentran en situación de difi­cultad y necesitan de nuestro compromiso.

Cáritas Diocesana de Albacete invita a aprovechar la oportunidad de vivir una Navidad mejor, más cercana, más generosa y solidaria, por­que quizás sea la única forma de construir y hacer real la esperanza.