En las cartas de Pablo podemos sentir su apasionado amor y su entrega sin límites a las comunidades.
En las cartas de Pablo podemos sentir su apasionado amor y su entrega sin límites a las comunidades.
28 de noviembre de 2021
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El proyecto de Lectura creyente de la Biblia es un proyecto de la diócesis de Albacete que cuenta con la colaboración de la Casa de la Biblia. Pequeños grupos se reúnen en un buen número de parroquias para leer la Sagrada Escritura siguiendo un itinerario antiquísimo en la Iglesia: la lectio divina. El objetivo es leer, meditar y orar desde la Palabra de Dios con otros cristianos, de modo que juntos puedan seguir los pasos del Señor como discípulos suyos. De este proyecto hablamos hoy Florencio Abajo Núñez, Director General de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos y Director de La Casa de la Biblia
– Florencio, ¿Cómo has encontrado a los animadores tras el receso de la pandemia?
La pandemia ha afectado de manera importante a toda nuestra vida. También a las actividades que desarrollaban en los ámbitos parroquiales. La experiencia de este tiempo ha sido distinta en cada grupo. Algunos de ellos han cesado completamente su actividad, otros la han recuperado en cuanto las autoridades lo han permitido, un buen número se ha ido reuniendo de manera virtual… En el curso que hemos celebrado hace poco, los animadores han compartido las dificultades que han tenido durante este tiempo y, sobre todo, la necesidad de retomar la normalidad, las ganas de volver a reunirse y el bien que hacen estos encuentros a los que participan y a la vida parroquial.
– Este nuevo curso lo iniciamos con San Pablo. ¿Qué cartas del apóstol vamos a leer? ¿Por qué?
El proyecto comenzó en el año 2016. Desde entonces los grupos de lectura creyente se han acercado a los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, y al libro de los Hechos de los Apóstoles. Al programar con los responsables diocesanos por dónde continuar en los próximos años, consideramos conveniente acercarnos a las cartas de San Pablo, por la importancia de estos escritos y por la oportunidad que nos ofrecen de introducirnos en un género literario distinto.
El denominado “corpus paulino” está compuesto por un buen número de cartas y la lectura de todas ellas a lo largo de un año siguiendo la metodología habitual era inviable. Esta realidad nos ha obligado a hacer una selección: elegimos las cartas a los Romanos, Gálatas, Filipenses y Filemón. Los criterios que utilizamos han sido varios, aunque me gustaría subrayar tres de ellos: que las cartas fueran reconocidas por los estudiosos como escritos verdaderamente paulinos, que su contenido tuviera especial relevancia para la vida de la Iglesia tanto en sus orígenes como en nuestros días y que conjugaran adecuadamente los elementos más teológicos con otros que expresaran la genuina forma de vida de los cristianos.
– ¿Qué nos puede enseñar San Pablo para la vida de nuestras comunidades?
Las cartas nos acercan a unas comunidades muy jóvenes —apenas recién fundadas— y completamente distintas entre sí. Cada una tiene sus particularidades, sus problemas, sus dudas, su organización interna… Cada comunidad se relaciona con el apóstol de una manera diferente y vive su fe con sus acentos y con mayor o menor intensidad. En todas ellas se intenta vivir en fidelidad al evangelio de Jesucristo. Pablo las acompaña como un buen pastor: las conoce bien, las quiere entrañablemente, viaja para estar con ellas y, cuando esto es imposible, les envía estos escritos. Nosotros, que llevamos a la espalda dos mil años de cristianismo, nos reconocemos fácilmente en situaciones similares. Y como aquellas comunidades, contamos con la cercanía, el cariño y los desvelos de nuestros buenos pastores.
– Hace tres cursos ya conocimos la figura de Pablo en el libro de los Hechos de los Apóstoles. ¿Qué novedad nos aportan las cartas?
El libro de los Hechos forma parte de un único “proyecto editorial” junto con el evangelio según San Lucas. En los Hechos se relata cómo, mediante la acción del Espíritu Santo, el evangelio de Jesucristo se extiende desde Jerusalén hasta los confines del mundo. Pablo es, sin duda, uno de los más importantes protagonistas de esa historia. Pero mientras que ante el libro de los Hechos permanecemos como meros espectadores atentos a lo que se nos cuenta sobre la vida y la misión del apóstol, en sus cartas casi podemos meternos en la piel de Pablo y sentir su apasionado amor a Jesucristo y su entrega sin límites a las comunidades que iba fundando. Las cartas nos permiten reconocer la idiosincrasia de cada una de las comunidades, la problemática que podían estar viviendo, la respuesta de Pablo a las distintas situaciones que atravesaban, … En las cartas nos encontramos con un Pablo con corazón de padre y de pastor.
– Para terminar, ¿por qué leer la Palabra comunitariamente?
Los libros de la Biblia son obra de comunidades (incluso aquellos que como las cartas nos parece que tengan un solo autor) y se dirigen a comunidades. Sin menospreciar la lectura individual —que es seguramente la más frecuente y es verdaderamente importante—, la comunidad incorpora una particular clave de lectura que permite descubrir con mayor claridad lo que el Espíritu Santo dice hoy a la Iglesia a través de los textos sagrados. Por eso, el acercamiento a la Biblia en los grupos de lectura es especialmente importante. Y por lo mismo, el ámbito donde mejor se expresa la riqueza de la Palabra de Dios es la propia celebración litúrgica —principalmente la Eucaristía— donde la comunidad se reúne convocada por el Señor Jesús.