[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]n la fiesta de San Juan de Ávila se celebraron los aniversarios sacerdotales

Con una frase de san Juan de Ávila que rezuma el aire del famoso soneto “No me mueve mi Dios para quererte…” iniciamos la crónica de lo acon­tecido en el día de su memoria. El pasado 10 de mayo, festividad de San Juan de Ávila, doctor de la Iglesia y patrono del clero secular español, se reunió el presbite­rio de Albacete convocados por el Sr. Obispo. Tuvimos la suerte de celebrar las tres modalidades de bodas sacerdotales: de platino, de oro y de plata.

Se aprovechó el encuentro sa­cerdotal organizado por la Dele­gación del Clero para escuchar la conferencia “El síndrome de “bur­nout” en los sacerdotes. Aportacio­nes de la psicología” a cargo de Damián Picornell Gallar, párroco de san Roque de Almansa. En ella se presentó el estudio sobre el es­trés laboral que también afecta a los sacerdotes. Se invitó a todos los presentes a participar en una encuesta sobre el tema que ayu­dará al estudio científico del mis­mo.

Después de un breve descanso se celebró la Eucaristía en la que se nombraron los sacerdotes fa­llecidos durante el pasado curso. Llegados al momento de acción de gracias después de la comu­nión comenzaron los testimonios de los sacerdotes que fueron or­denados en 1948, 1973 y en 1998.

De bodas de platino, acción de gracias por los 75 años de sacer­docio de Ángel Lagunas Caldere­ro. Que comenzó diciendo que le fallaba el habla y también la me­moria, pero solo con su presencia testimoniaba la heroicidad sacer­dotal hasta el final de sus días.

De bodas de oro, acción de gra­cias por los 50 años de sacerdo­cio de Pedro Ortuño Amorós. Que hizo un recorrido por su trayecto­ria ministerial: Seminario Menor, Misionero en Burkina Faso, Al­mansa, otra vez África, Seminario Mayor y Parroquia de la Resurrec­ción en Albacete. Con buen humor y su vida transparente mostró su fidelidad a Cristo y a su Iglesia.

De las bodas de plata, acción de gracias por los 25 años de sacer­docio de Ricardo Marcial López Velasquez. Sacerdote colombiano e indígena nos relató con alegría como unas religiosas españolas le regalaron el día de su ordena­ción en Colombia las vestiduras sagradas que vestía y que ahora utilizaba para servir a la iglesia española. Evidenciamos la reali­dad actual donde son muchos los sacerdotes latinoamericanos y africanos los que atienden parro­quias europeas.

Ni por cielo ni por infierno… sólo por el amor de Dios obra dijo san Juan de Ávila. Nos unimos a las palabras del santo reconocien­do en la vida de los sacerdotes el amor de Dios. Un amor entrega­do que engendra vida por donde pasa.