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2 de octubre de 2022

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Felicidad Izaguirre

José Antonio Pérez Romero, párroco del Espíritu Santo de la capital y delegado de Catequesis y Catecumenado de nuestra Diócesis, explica cuáles son los nuevos retos de la catequesis de Iniciación Cristiana en las parroquias, para afrontar la situación general de abandono de la transmisión de la fe en las familias. Afirma que la catequesis ha de provocar necesariamente un despertar religioso: el deseo básico de conocer a Jesús, no solamente en los niños, sino también en sus padres.

José Antonio Pérez, ¿qué está pasando? ¿qué situación se está viendo en la catequesis?

Lo que estamos notando es que se está dando un abandono de la transmisión de la fe en la familia, y que los padres están delegando esta tarea a las parroquias, cuando son ellos los primeros responsables de la transmisión de la fe a sus hijos.

Los padres podrían hacerlo, con cosas sencillas que los niños aprenden desde pequeños en casa.

Así es. Para evangelizar a los niños en la familia, no hace falta tener grandes conocimientos: es rezar un poco por la noche; hablar alguna vez de Dios, hacer una lectura de la Biblia… es “meter” a Dios en la casa, de una manera física incluso, con alguna imagen; bendecir la mesa; participar juntos de la Eucaristía del domingo… Y si alguno de la familia está enfermo, rezar por él, para que salga bien la operación que se le va a hacer, por ejemplo; o si un amigo del niño está pasando por un mal momento, pues vamos a encomendarlo a la protección de la Virgen; o vamos a pedirle al abuelo que se ha ido al cielo, para que nos mire desde allí y nos cuide. Con estas cosas tan sencillas, que son experiencias fundamentales de la vida, se transmite la fe en la familia, pero el problema es que los padres no se sienten responsables de hacerlo, ni lo ven necesario.

Entonces, ¿ese es el problema? ¿Que los padres que están bautizados no sienten que es una tarea que a ellos les corresponde?

Lógicamente, los padres entienden que les corresponden las tareas de la educación, pero no la de la educación cristiana, que muchos ven como si fuera una actividad extraescolar: dejan al niño en la iglesia y la iglesia que se ocupe. Lo llevan y lo recogen. Sí, ese es el problema de la transmisión de la fe, que los padres no lo sienten como algo que es constitutivo de la familia, cuando tendría que ser al revés: la familia es la que transmite la fe, y la parroquia es la que ayuda a consolidarla.

¿Cuál es la consecuencia de este abandono? ¿Cómo llegan los niños que empiezan la catequesis?

En la catequesis, nos encontramos, cada vez más, conque los niños vienen prácticamente a cero de experiencia religiosa. Otra tendencia que se está dando ahora mucho, es que los padres, después de bautizar a los hijos, ya no los llevan a la catequesis de primera comunión, y se está notando mucho en los grupos de la catequesis el bajón en el número de niños: una parte, debido al descenso de la natalidad, pero otra es por la despreocupación de las familias.

En Albacete se ha presentado un Directorio para la Catequesis y la Iniciación Cristiana. ¿Este documento aborda los nuevos retos que se presentan?

Sí. El Directorio Diocesano para la Catequesis y la Iniciación Cristiana, promulgado por el Obispo de Albacete, D. Ángel Fernández Collado, pretende introducir en nuestra comunidad diocesana una nueva mentalidad que hoy resulta imprescindible para una Nueva Evangelización, y a la vez, nace a la luz de dos documentos recientes que atañen directamente a la catequesis: el nuevo “Directorio para la Catequesis” (Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, Roma 2020), y la carta apostólica en forma de “motu propio” Antiquum Ministerium del papa Francisco, sobre el ministerio del catequista en 2021. En el actual contexto social, cultural y eclesial, la Nueva Evangelización requiere una renovación de la pastoral de la Iniciación Cristiana, con el deseo de dar una respuesta común en toda nuestra Diócesis a esta necesidad de evangelización, estableciendo un itinerario y criterios comunes.