6 de diciembre de 2020
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]C[/fusion_dropcap]elebramos con memoria agradecida, los 75 años de la presencia de las Avemarianas en Albacete, educando en la dignidad en el Barrio de la Estrella, antes del Cerrico o Cerro de la Horca.
Es a Jesús Mismo, —la bondad y la misericordia de Dios encarnadas por amor a los hombres—, a quien anunciamos y traemos los cristianos, en nuestro trabajo de evangelización para la promoción humana y cristiana de la sociedad: al Hijo de Dios, al Único que puede recuperar lo que estaba perdido, devolver la esperanza y la alegría de vivir, cuando Él es acogido como hizo María. Porque la salvación de Jesús no la pueden dar ni la plata ni todo el oro del mundo.
Jesús Mismo fue llamado, vino y fue acogido en el Barrio de la Estrella, cuando llegaron las Avemarianas para ayudar a la población que allí vivía en la periferia de la ciudad, en cuevas, con grandes necesidades y carencias de todo tipo. Desde entonces se está tejiendo una hermosa historia de salvación que llega hasta nuestros días.
Fue el 18 de diciembre de 1945, cuando las Religiosas Operarias del Divino Maestro —Avemarianas— llegaron a la ciudad de Albacete, respondiendo a la invitación de Dios, que se hizo mediación en la figura de Francisco Rodríguez Acosta, entonces gobernador, preocupado por dignificar y restaurar cristianamente esta parte de la población, que por diferentes circunstancias y a causa de la posguerra llegaban al barrio.
Mercedes Real, Llanos Ramírez y Francisco Rodríguez, conocedores de la labor de las Avemarianas en Benimámet -Valencia- requirieron que las Hermanas Avemarianas viniesen para hacerse cargo de la obra que ya habían comenzado a construir: Escuelas, comedor, dispensario, Iglesia, casa convento…. Las Avemarianas que en aquellos momentos solo hacía cuatro años que habían perdido la presencia física de su Fundador, el siervo de Dios P. Miguel Fenollera Roca, acogieron la propuesta, por ser el lugar y apostolado propio de su carisma: “Restauración cristiana del pueblo por caridad”.
Albacete no era entonces diócesis y fue el Obispo de Cartagena quien aprobó y bendijo la labor de las Avemarianas en Albacete.
Conformaron esta primera comunidad religiosa Avemariana, tres mujeres valientes: las Hermanas Rosa, Elvira y Flora, alojándose en la casa convento aún sin terminar, y con la inquietud, la ilusión y confianza de que esto era lo que Dios quería en esos momentos para su Instituto, que acaba de cumplir 35 años. Con su respuesta fiel y su trabajo grande, noble e ilusionado, muy pronto comenzaron a ser faro luminoso para todas las familias, buscando siempre el bien de las gentes del barrio, quienes desde un principio acogieron a las Hermanas con entusiasmo y cariño.
“Desde aquel primer día, -afirman las Hermanas Avemarianas Eustaquia y Primi Rubio-, hemos trabajado para instaurar a Cristo en las familias educando en la dignidad a sus hijos e hijas, y atendiendo y sirviendo generosamente desde diferentes ámbitos: comedor, dispensario, taller de bordado, corte y confección, cursos PPO, banco de alimentos, pastoral parroquial, casa de acogida, clases de adultos, a todos cuantos llaman a nuestra puerta”.
“Los continuos cambios de la población hace que esta comunidad viva en disposición de acogida sistemática, siendo respuesta creativa para quienes llegan al barrio, realizando la misión que se nos encomienda y renovando día a día el deseo de servir al estilo del Maestro de Nazaret”.
“El camino recorrido ha supuesto ir pasando y tomando el relevo para continuar sirviendo y dando respuesta a las necesidades de cada momento”, señalan las Hermanas Avemarianas. “Hoy, después de 75 años de misión, vividos con fidelidad y entusiasmo, podemos decir con sano orgullo que son muchas las familias y estudiantes que, habiendo crecido a la sombra del Ave María, han logrado superarse y buscar nuevas oportunidades y son parte entrañable de la gran Familia Avemariana”.
Colegio “El Ave María”
Una de las obras más importantes de las Avemarianas es el Colegio “El Ave María” de Albacete, fundado en diciembre de 1945. Hoy es uno de los colegios concertados de la ciudad, con308 alumnos, desde los tres años de la Educación Infantil, hasta 4º de la ESO, y brinda a la comunidad una oferta educativa basada en valores humanos y cristianos, y una programación rica en contenidos y actividades, para que el alumnado pueda ir creciendo en estatura, sabiduría y gracia, propiciando su integración en la sociedad para transformarla y construir un mundo más humano y fraterno.
“Nuestro carisma es la educación cristiana del pueblo por dignidad y gira en torno a todo lo que supone la encarnación para el cristiano, ese regalo grande que Jesús vino a traernos, que María acogió. Pues es lo que tratamos de realizar nosotros a través de nuestro trabajo educativo en cada uno de los centros donde nos encontramos”, explican las Hermanas Avemarianas, Eustaquia y Primi Rubio.
“Somos muchos quienes hemos ido escribiendo esta hermosa historia, son muchos los rostros que pueblan la misma, han transcurrido 75 años, que el Señor nos permita seguir escribiendo en la vida de los alumnos y sus familias, una historia que siempre diga dignidad, respeto, paz, futuro, esperanza, Dios. Y que donde quiera que nos encontremos podamos reconocernos e identificarnos como hermanos, miembros todos de esta gran Familia Avemariana. Dios sea bendito y nos bendiga”.