Don Francisco Cases: ‘La vida está en el futuro, no en el pasado’

Don Francisco Cases: ‘La vida está en el futuro, no en el pasado’

30 de marzo de 2025

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Don Francisco Cases Andreu, Obispo emérito de Canarias, ha visitado Albacete para dirigir el retiro de Cuaresma a sacerdotes y diáconos en la Casa de Ejercicios, donde ha reconocido sentirse “como en casa”. Mons. Cases, quien fue Obispo de Albacete desde 1996 hasta 2005, ha aprovechado esta visita para felicitar a la Diócesis en su 75º aniversario.

Don Francisco, ¿Cómo está?
Estoy muy bien, jubilado desde hace cuatro años. Vivo en la Casa Sacerdotal de Alicante con más de 30 sacerdotes, algunos en activo, pero la gran mayoría retirados, como yo. Allí ayudo en una parroquia. Físicamente me encuentro bien; no tengo grandes limitaciones, aunque las piernas están un poco torpes. Lo soluciono caminando todo lo que puedo, que es un buen remedio para mantenerlas ágiles. Me siento feliz de vivir mi vocación de sacerdote cada día.

Estamos celebrando en Albacete los 75 años de nuestra Diócesis, y usted es parte de su historia. ¿Qué siente al celebrar este aniversario de una diócesis joven en España?
Recuerdo que el último Jubileo, el de los 50 años, se celebró en el año 2000, cuando yo era Obispo de Albacete. Lo viví con gran alegría, y hoy, aunque ya no soy el Obispo de la Diócesis, me ha emocionado recordar aquel momento. El ambiente, las palabras y las expresiones de la gente me han transportado a esa fiesta. He vivido esta jornada como si estuviera celebrando el Jubileo de los 75 años de mi diócesis de Albacete, porque uno siempre lleva en el corazón los recuerdos de lo vivido, y eso es muy importante.

Y ahora al pasar a obispo emérito, ¿cuál es su tarea?
Al jubilarme, pedí que me enviaran a una parroquia. La esencia de un sacerdote es estar cerca de la gente. La palabra «cercanía» es sagrada para un sacerdote: estar cerca de Dios, estar cerca de la gente y enseñar a la gente a estar cerca de Dios. Eso es lo que siempre me ha movido. No siento que haya hecho nada extraordinario en mi vida, más allá de ser sacerdote. Durante mis 30 años como Obispo, he seguido siendo un cura, solo que en una parroquia más grande que las que tuve antes. Siempre me he sentido un sacerdote de pueblo, un sacerdote cercano a la gente.

Don Francisco, estamos en el Año Jubilar, el Jubileo de la Esperanza. ¿Qué mensaje nos deja para vivir este Jubileo del 2025?
El mensaje es claro: querer ir al futuro. Se dice que los mayores no hablamos mucho del futuro porque tenemos más pasado que futuro. Nos gusta contar nuestras «batallitas», y yo, que ya he cumplido 80 años, también disfruto recordándolas. Pero para celebrar el Jubileo de la Esperanza, hay que mirar hacia adelante. No importa la edad ni los años que llevemos en nuestro cuerpo y alma, la vida está en el futuro, no en el pasado. El pasado ya no está, pero el futuro sí.

Don Francisco, ¿Qué mensaje desea enviar a los diocesanos de Albacete?
Recuerdo que cuando me despedí de una de las parroquias en las que estuve, me preguntaron qué mensaje les dejaba. Y les dije: «Que os queráis mucho». Me parece el deseo más importante que puedo transmitir a la gente que quiero. A los diocesanos de Albacete les digo lo mismo: que os queráis mucho, entre vosotros y con vuestro nuevo Obispo, don Ángel Román. Creo que ese mensaje resume todo lo que os deseo.