4 de abril de 2020

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Aquí puedes descargarte los dos decretos de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

La Celebración de la Pasión del Señor en el Viernes Santo tiene este año una característica particular por la terrible pandemia que afecta al mundo. En efecto, el día en el que celebramos la pasión y muerte redentora de Jesucristo en la cruz, que, corno Cordero degollado, cargó sobre sí el dolor y el pecado del mundo, la Iglesia eleva súplicas a Dios Padre omnipotente por toda la humanidad, particularmente por los que mas sufren, mientras espera con fe el gozo de la resurrección de su Esposo. Por tanto, esta Congregación, en virtud de las facultades concedidas por el Sumo Pontífice FRANCISCO, haciendo uso de una posibilidad ya concedida en el Misal Romano al obispo diocesano en una grave necesidad pública, propone una intención para añadir en la Oración universal de la mencionada celebración, a fin de que lleguen hasta Dios Padre las súplicas de quienes lo invocan en su tribulación, para que todos sientan en sus adversidades el gozo de su misericordia.

En estos días, en los que el mundo entero está gravemente afectado por el virus Covid-19, han llegado a este Dicasterio muchas peticiones para poder celebrar una misa específica, a fin de implorar a Dios el final de esta pandemia. Por eso, esta Congregación, en virtud de las facultades concedidas por el Sumo Pontífice FRANCISCO, concede poder celebrar la Misa en tiempo de pandemia, cualquier día, excepto en las solemnidades y los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, los días de la octava de Pascua, la Conmemoración de todos los fieles difuntos, el Miércoles de Ceniza y las ferias de Semana Santa (Ordenación general del Misal Romano, n. 374), durante el tiempo que dure la pandemia.