25 de septiembre de 2022
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Si hay un colectivo de personas en situación de especial vulnerabilidad son los niños y adolescentes que han llegado solos hasta nuestro país. Tienen las mismas inquietudes y necesidades que el resto de jóvenes de su edad, pero sus oportunidades son bien distintas. Ellos tuvieron que dejar su hogar y a sus familias a edades tempranas, huyendo de conflictos, de guerras o de situaciones de pobreza y tiene escasas redes de apoyo. Las alternativas con las que cuentan en nuestro país son muy pocas, y a eso se le suma el racismo, los prejuicios y la falta de recursos. Por eso, en este contexto, y en plena irrupción de la pandemia, el grupo de Cáritas de Nuestra Señora de la Paz y Santa Teresa, en Albacete, decidió poner en marcha “Corazón de Casa”. Se trata de un programa de acogida y acompañamiento a jóvenes migrantes que fueron en su día, cuando eran menores, tutelados por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha y que durante un tiempo han estado apoyados por los Pisos de Acogida y el CABE Arco Iris dependientes de la Consejería de Bienestar Social de Albacete, y que a día de hoy, después de este tiempo de andadura, acompaña a 5 jóvenes de entre 18 y 28 años de edad. 4 de estos jóvenes viven en un piso con el que cuenta el proyecto, y otro de los chicos ha conseguido independizarse, aunque sigue vinculado al proyecto.
Corazón de Casa cuenta con una vivienda de alquiler en la zona del Ensanche, un recurso habitacional que además de proporcionarles estabilidad, seguridad y apoyo hasta que puedan ser autónomos, cuenta con un programa con apoyo integral, que comprende desde lo formativo-educativo hasta la regulación de su situación jurídica y búsqueda activa de trabajo. Frente a la desinformación y al miedo a lo desconocido, estos adolescentes migrantes no son un peligro, son un tesoro de riqueza y de futuro que desgraciadamente pierden los países donde han nacido y lo ganamos nosotros.
Corazón de Casa se trata de un recurso que les ofrece un techo completamente normalizado en donde desarrollan su vida en dignidad, lo que les permite tener un certificado de empadronamiento y acceder así a otros recursos comunitarios. Igualmente, Corazón de Casa les brinda apoyo para la cobertura de necesidades básicas a través de tarjetas monedero, con las que se favorece su organización y se garantiza su dignidad y corresponsabilidad. Pero este proyecto también les proporciona un acompañamiento afectivo y familiar con el que se contribuye a su bienestar emocional, algo especialmente necesario teniendo en cuenta la situación de desprotección de la que vienen muchos de ellos. Un joven crece y madura sanamente en familia, y Cáritas se la proporciona.
El voluntariado del equipo de Cáritas parroquial de Nuestra Señora de la Paz y Santa Teresa trabaja codo a codo con técnicos de Atención Primaria y Empleo de Cáritas Diocesana, pero también en estrecha coordinación con los Servicios Sociales, el Servicio de Infancia y Familia, Cruz Roja, y Servicios sociales del Ayuntamiento de Albacete. Acompañan a estos jóvenes a través de sesiones de trabajo, con el fin de potenciar su autonomía y su socialización, ayudándoles en la organización y economía doméstica, integrándoles en el sistema educativo oficial… y facilitándoles que puedan ejercer sus derechos en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía joven.
4 de los 5 chicos que participan en el proyecto están regularizados, con permiso de residencia y de trabajo por Subdelegación de Gobierno, lo que les ha permitido homologar sus estudios en el país de origen, iniciar acciones formativas tanto en la Escuela Oficial de Idiomas, como en Centros Integrados de Formación Profesional o Formación para el Empleo, e incluso tener sus primeras experiencias laborales, algo que además les brinda autonomía y favorece su inserción. Un apoyo importante ha sido el de Fundación El Sembrador y su labor integradora.
El Gobierno calcula que en España hay unos 8.000 jóvenes migrantes de entre 18 y 23 años con especiales dificultades. Entraron irregularmente en nuestro país, cuando eran pequeños, las comunidades autónomas invirtieron dinero y esfuerzo en acogerlos, documentarlos y formarlos, pero al llegar a la mayoría de edad muchos de ellos se quedan en la calle con lo que todos los peligros que eso conlleva y son muchas las trabas a las que se enfrentan para conseguir papeles. Gracias al apoyo de Corazón de Casa, estos jóvenes han conseguido “papeles”, algunos han comenzado a trabajar, y han conseguido superar las complicadas situaciones en las que han tenido que vivir.
El voluntariado de Cáritas Parroquial de Nuestra Señora de la Paz y Santa Teresa, es el motor que mueve este proyecto de acogimiento residencial, para seguir trabajando por la integración, para construir un entorno de protección basado en modelos educativos de responsabilidad y relación positiva centrados en la persona. Corazón de Casa cuenta con el apoyo no solo técnico, sino también económico de Cáritas Diocesana de Albacete y de la comunidad parroquial que con sus donativos colaboran con su mantenimiento. Corazón de Casa anima a otros equipos parroquiales de Cáritas a apoyar este proyecto.
Tal y como dice el lema que nos propone la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado que hoy se celebra, es necesario construir el futuro juntos. Es en el encuentro con la diversidad, en el diálogo intercultural, donde encontramos la posibilidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente. Es el momento de caminar juntos hacia un nosotros compartido, cada vez más grande para construir juntos el futuro sin que nadie quede excluido. Un futuro enriquecido, en el que aprender y seguir creciendo como comunidad. Una idea que sin duda persigue Corazón de Casa cuyo lema es: “Porque juntos, hacemos familia”.