
Conociendo un poco más a D. Ángel Román

Conociendo un poco más a D. Ángel Román
27 de abril de 2025
|
4
Visitas: 4
Antes de que inicie su ministerio episcopal en la Diócesis, y con el deseo de conocer mejor a nuestro nuevo obispo, hemos preguntado a algunas personas que lo conocen de cerca: amigos, familiares y compañeros de camino.
Era uno de los sacerdotes que estaban en mi parroquia cuando me preparaba para hacer la Primera Comunión. Después, con el paso del tiempo, ha sido mi compañero en el trabajo pastoral en la cárcel de Estremera. Me impresiona su capacidad de trabajo y constancia. Desde su parroquia hasta la cárcel hay una hora de distancia. Es de destacar su modo de tomarse en serio las situaciones de sufrimiento de los más vulnerables – hijos de Dios-, para que descubran que alguien los ama. También destaco su creatividad para presentar el Evangelio en el mundo hostil de la prisión, poniendo a los internos en el centro de la acción pastoral y no como meros espectadores.
Luis Alfonso Peláez Portalatín.
Delegado diocesano de pastoral penitenciaria. Capellán del Centro Penitenciario Madrid VII (Estremera)
Ángel fue uno de los instrumentos a través de los cuales Dios se dirigió a mí para mi vuelta a la fe y a la Iglesia, tras largos años de alejamiento. Su ejemplo de vida transparenta a Jesús, de modo que, siendo como es, amigo de la familia, no necesité ninguna “catequesis” expresa por su parte. ¡Enhorabuena, fieles de Albacete!
Mariano López Guillén
Él nos ha enseñado que Cristo nunca se aleja de nosotros. Aunque nos entristece su marcha, no nos quedamos huérfanos. Ha sido el profeta que Dios puso en mi vida y en la de mi familia. Gracias a él nos sentimos orgullosos de pertenecer a la Iglesia de Cristo.
Pilar Roldán Alcalde
Apenas tengo recuerdos en mi vida en los que no esté el Padre Ángel. Trabaja casi 20 horas al día, duerme muy poco, pero necesita al menos 5 minutos de siesta. Es capaz de hacer cualquier cosa antes de dejar a alguien tirado. Ayuda al más necesitado, pero también al que no parece necesitar tanto. Sabe escuchar y es experto en aconsejar. Cumple siempre con lo que se compromete. Dice la verdad, es transparente con todo lo que hace y dice. Es sensible, a pesar de que tiene un humor un tanto ácido, y es un verdadero hombre de Dios. Fue de los pocos sacerdotes que se colaba en los hospitales para coger de la mano a los enfermos y que murieran acompañados en la pandemia. Se recorría toda la Comunidad de Madrid llevando y trayendo comida de un lado a otro. En su faceta de acompañante, amigo y familiar, es un ser maravilloso con el que nadie se aburre y todos quieren estar.
Cristina Zúñiga
Conozco a D. Ángel desde 1984, cuando fui su profesora de latín en el Colegio Seminario San Dámaso en Madrid. Hemos trabajado juntos en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Torrejón, en asociaciones y Centros de Acción Social con personas de exclusión: sin hogar, inmigrantes con problemas de integración, etc. La fidelidad mutua, la comprensión, el acompañamiento y la ayuda nunca han fallado. Conocer una dificultad es suficiente para que se ponga en marcha en busca de soluciones. Su amor a Jesucristo, expresado siempre con alegría y como sede de misericordia, es una constante en su predicación y en su diálogo.
Fuensanta Meléndez. Religiosa del Sagrado Corazón
Tiene don de Dios. Si no fuera así, no podría hacer lo que hace. Visita enfermos, escucha sin mirar el reloj, busca las palabras adecuadas para darte fuerza y seguir adelante. Cuando alguien le pide algo —quien sea—, busca cielo y tierra. Podría seguir diciendo muchas cosas, pero estoy segura de que lo veréis en Albacete y disfrutaréis de él como nosotros en nuestra parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Torrejón de Ardoz. Que el Señor le bendiga, esté donde esté.
Antonina Lechuga Ramos
He tenido el privilegio de estar presente a lo largo de su vida ministerial. Allá donde va, es siempre un peregrino de esperanza. Alegre en el Señor, tanto en los momentos buenos como en los de adversidad. Después de tantos años, puedo decir que es una persona de gran corazón: buena, humilde y sencilla. Siempre dispuesto al servicio que le encomiende el Señor.
Linda Estela Román Idígoras, hermana
Nos conocimos de jóvenes en San Fernando de Henares, y desde entonces hemos compartido momentos de alegría y dificultad. Puedo decir que es un hombre de fe profunda, enamorado de Jesucristo, de vida entregada por y para el Evangelio.
Antonio Muñoz Robledillo