Galerias de imágenes: Apertura del Año Jubilar 2025
30 de diciembre de 2024
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Convocados, llamados por Dios, unos novecientos fieles se congregaron en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Albacete, en la tarde del 29 de diciembre, para comenzar juntos el Año Jubilar 2025.
Allí tuvo lugar el rito de apertura, en el que se leyó el Evangelio, donde Cristo se muestra como camino, verdad y vida, junto con dos de los párrafos iniciales de la Bula de Convocatoria de este Jubileo Spes non confundit.
A continuación, como peregrinos de la esperanza —tal como reza el lema del Jubileo 2025—, comenzó el recorrido hacia la Catedral de Albacete. Presidía la procesión el crucifijo del Jubileo, que permanecerá durante todo el Año Santo en el altar de la Catedral, templo jubilar. Le seguían los sacerdotes, diáconos, miembros de la vida consagrada y los fieles, cada uno con una vela encendida, mientras se entonaban primero las letanías y luego otros cantos conocidos por todos.
La peregrinación no transcurrió por las principales calles ni por las más iluminadas en esta Navidad, como símbolo del deseo de compartir las alegrías y esperanzas de todos los hombres, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, según explicó el Administrador Diocesano, Julián Ros, en su homilía.
Al llegar a la puerta de la Catedral, y bajo el repique de las campanas, el Administrador elevó e invitó a todos a mirad la cruz “donde estuvo clavada la salvación del mundo”. Después, todos los fieles fueron entrando al templo catedralicio, y finalmente los sacerdotes se dirigieron al altar para continuar con la celebración de la Eucaristía en la fiesta de la Sagrada Familia. El pueblo fue asperjado con agua bendita, evocando el día del bautismo, con el deseo de comenzar este Año como criaturas nuevas en Cristo.
En su homilía, Ros destacó: «En un mundo donde el progreso y el retroceso se cruzan, la cruz de Cristo sigue siendo el ancla de salvación, signo de una esperanza que no decepciona porque está fundada en el amor de Dios, misericordioso y fiel». Añadió que «la mayor pérdida ocurre cuando desaparece la esperanza. Por ello, “mirar el futuro con esperanza equivale a tener una visión de la vida llena de entusiasmo para compartir con los demás” (Spes non confundit, 9)».
ANIVERSARIO. Este Año Jubilar coincide con el 75º aniversario de la creación de la Diócesis de Albacete, un acontecimiento que también fue destacado. «Dios ha sembrado abundantes dones en nuestra Iglesia particular de Albacete. Hemos recibido mucho, y este Jubileo es un tiempo para agradecer y comprometernos a compartir lo recibido. La lógica del don, como nos recuerda el papa Francisco, consiste en recibir con gratitud, dar con generosidad y compartir con alegría».
Julián Ros daba gracias con cada uno de los presentes «por nuestra Iglesia diocesana de Albacete, nuestra familia», para la que pedía «el don de recibir pronto un obispo que nos ancle en la sucesión apostólica y sea el vínculo visible de comunión, para que seamos un solo cuerpo con Cristo».
Como gesto jubilar, la colecta de la celebración será destinada íntegramente al Centro Diocesano “Santa María Rosa Molas” de atención a personas migrantes.