En los días previos a Navidad, los vecinos de Vianos ultiman la preparación de la representación del Auto de los Reyes Magos; de tal manera que, los jóvenes y menos jóvenes ensayan para aprender de memoria los versos que corresponden al personaje que les toca representar y, mientras estos ensayan, otros trabajan entre bastidores aportando experiencias vividas, materiales para el belén, caballos y caballeros… Los que menos, llenan sus infantiles sentimientos de ilusión y orgullo porque un día descubrieron que los Reyes Magos existen de verdad convirtiendo, entre todos los lugareños de Vianos, un improvisado Belén.

Como si de una carrera de relevos se tratase, los personajes se van renovando y no hay familia del pueblo que no haya aportado algún personaje, a lo largo de los más de 150 años que se viene representando el Auto en Vianos, atendiendo a la documentación de que disponen.

La representación comienza en “la alcantarilla de la bolea”, paraje cercano al pueblo, donde el primero en aparecer es el rey Melchor y, por distintos caminos, van apareciendo Gaspar y Baltasar. Todos ellos guiados por una estrella que les llevará al portal de Belén (la Iglesia del pueblo). La Estrella permanece visible en la orilla del pueblo, junto al cine Valero.

Cada uno va relatando el porqué de su presencia en aquel reino gobernado por Herodes, por lo que, no es de extrañar que, cuando éste se entera de la visita de extranjeros en su reino, movilice a sus huestes y mande a buscarlos acercándose hasta ellos un centurión a caballo.

Siguen con sus relatos, por las calles del pueblo, camino del palacio de Herodes (Ayuntamiento en la Plaza Mayor). Aquí, dialogan los tres Reyes con Herodes, al que se le nota que está bastante alterado por la presencia de extraños en su reino, y, mucho más, cuando éstos le dicen que van a adorar a un Rey que ha nacido en el portal de Belén.

Otra escena muy popular es que, en tanto los tres Reyes se van con sus relatos siguiendo a la estrella por las cuatro esquinas, Herodes, que no ha dejado de hablar cada vez más enojado, alcanza tal soponcio y grado de violencia que se arranca las barbas y las arroja al suelo desde el balcón de su palacio.

Finalmente, los Reyes llegan al portal de Belén (la Iglesia). Allí terminan su relato con la intervención de la Virgen y adoran al Niño Jesús ofreciendo: Oro, incienso y mirra. Suele concluir con la celebración de una misa.

Hasta hace cuatro o cinco años, la representación se venía realizando en la madrugada del día 6 de enero; pero el Ayuntamiento decidió adelantarla al día 5, alrededor de las 5 de la tarde, por ofrecer a la sociedad más comodidad para el disfrute de la representación del Auto de los Reyes Magos.

Recientemente, el día 18 del pasado mes de diciembre, ha obtenido la calificación de FIESTA DE INTERÉS REGIONAL, concedido por la Dirección General de Turismo Comercio y Artesanía de la Consejería de Economía Empresas y Empleo.