17 de julio de 2022
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Después de dos años de no poder celebrar el campamento las parroquias de Yeste y Hellín comienzan una nueva andadura en plena naturaleza y disfrutando de la buena gente que habita en Arguellite-Yeste-, el lugar donde celebramos nuestro campamento. La propuesta del campamento la llevamos realizando ya 25 años seguidos, en el año dos mil diecinueve celebramos las bodas de plata.
Aunque el titulo es “ARGUELLITE SIN COBERTURA” la verdad es que es todo lo contrario, hay muy buena cobertura y muy buen entendimiento. Si no seria imposible hacer un campamento. Esta idea surge después de leer la ultima revisión del campamento del año dos mil diecinueve, allá por diciembre del año pasado y después una cuantas reuniones con grupo de monitores jóvenes, que están ya en universidad o trabajando, que son los que se han encargado de preparar la dinámica y las actividades del campamento.
El primer turno del campamento va a reunir a noventa y cuatro personas, y el segundo noventa. Entre niños, monitores, cocineras y responsables. Todo un grupo de voluntarios que gracias a ellos y a la ayuda de los padres de los chavales, hacen posible una vivencia irrepetible y única, en la que cada año se nos apuntan más niños. Podemos decir que son ellos mismos los que piden realizar el campamento y esto nos llena de satisfacción, porque responde totalmente a sus necesidades y deja de ser una oferta mas dentro del amplio abanico de propuestas para el verano; a la vez que nos hace responsables de brindar cada año un campamento que llene las expectativas, que sea inolvidable para ellos, para que siga siendo una actividad que esperen con ilusión cada año.
Dos objetivos o motivos centran esta actividad. El primero de ellos es brindar a los niños un espacio de convivencia, creatividad, de fiesta, con una gran organización, muy sencilla, que facilita la adaptación al ritmo del campamento y el respeto de sus normas y actividades. El otro objetivo es pastoral y educativo que atreves de este espacio de convivencia en plena naturaleza y entre tiendas de campaña, desplegamos. Todo esto teniendo como eje central la oración de cada mañana, que sirve de motivación del valor que vamos a trabajar ese día, la reflexión de la tarde con el tiempo aventurero para estimular nuestro compromiso y la oración de la noche como agradecimiento, y como no, la Eucaristía como colofón final del campamento compartida con los padres. Ambos objetivos constituyen el clima del campamento y creemos que es lo que lo hace distinto y especial.
De todos estos años de experiencia han ido surgiendo pequeños grupos de niños que ven el campamento una conclusión o culminación del proceso que durante el año han ido manteniendo con sus animadores. Esto nos ofrece la ventaja de conocer el proceso vivido por los que serán los destinatarios de la aventura, siendo más eficaces en la programación de la misma. También es un aliciente para que otros niños se integren en estos grupos y se animen a visitar sus parroquias e integrarse en las propuestas que se le ofrecen.
Pero este año hemos ido a “por más” y queremos que el campamento nos ofrezca pistas para no dejarnos manipular por las redes y saber manjar los distintos medios que en la actualidad nos ofrece internet con responsabilidad y conocimiento de causa.
Queremos tejer redes de amistad, donde los amigos de verdad no los hacemos solo con un clik, bajar de la nube y disfrutar de la vida, pues hay otras maneras de jugar. Si me quieres de verdad dame un beso en vez de un like. ¡Oye!, si quieres visitarme prefiero verte de verdad. Porque el mundo de la redes no es el mundo que tu tienes. ¡No te quedes atrapado en la red!