12 de marzo de 2023
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]l Papa Francisco, en su discurso ante la Asamblea General el 25 de septiembre de 2015, describió la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la cumbre como “un importante signo de esperanza”. Una esperanza que se hará realidad si la Agenda se implementa de manera verdadera, justa y efectiva.
Sin embargo, el Papa Francisco ha advertido a la comunidad internacional sobre el peligro de caer en “un nominalismo declaracionista”, es decir, la práctica de “apaciguar las conciencias” con declaraciones solemnes y agradables, en lugar de hacer “verdaderamente eficaz la lucha contra todos los flagelos”.
La Agenda 2030 es una señal clara de que, a pesar de las diferencias en algunas áreas, la comunidad internacional se ha unido y ha afirmado su compromiso de erradicar la pobreza en todas sus formas y dimensiones y garantizar que todos los niños, mujeres y hombres en todo el mundo tendrá las condiciones necesarias para vivir en verdadera libertad y dignidad. Teniendo en cuenta que la Santa Sede está de acuerdo con la mayoría de los objetivos y metas enumerados en la Agenda, en este punto, la Santa Sede, de conformidad con su naturaleza y misión particular, desea hacer aclaraciones y reservas sobre algunos de los conceptos utilizados en la Agenda 2030.
La Santa Sede desea resaltar el hecho de que los comentarios realizados aquí tienen en cuenta las reservas que hizo constar en actas con respecto a las metas 3.7 y 5.6.:
-3.7 Para 2030, garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales
-5.6 Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen
(…)5.c Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a todos los niveles
Expone:
-Siendo el derecho a la salud un corolario del derecho a la vida, nunca podrá ser utilizado como medio para acabar con la vida de una persona, que lo es desde la concepción hasta la muerte natural.
-Con respecto a la “salud reproductiva” y expresiones relacionadas, incluyendo “salud sexual y reproductiva y derechos reproductivos” prefiere el término “procreación”. La Santa Sede rechaza la interpretación que considera como dimensiones de estos términos el aborto o el acceso al aborto, la maternidad subrogada o el aborto selectivo por sexo y la esterilización.
-La Santa Sede enfatiza que cualquier referencia a “género”, “igualdad de género” e “igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas” se entiende de acuerdo con el uso ordinario y generalmente aceptado de la palabra “género” basado en el origen biológico. Identidad que es masculina y femenina, lo que, a su vez, se ve reforzado por las numerosas referencias en la Agenda 2030 a ambos sexos. El Papa Francisco, siguiendo los pasos de sus predecesores, ha hablado con frecuencia sobre los peligros de la «ideología de género» que niega la relevancia del sexo biológico, masculino y femenino, al opinar que existe una plétora de «géneros» basados en las percepciones subjetivas de cada uno.
-Insta a usar el término “promoción”, en lugar de “empoderamiento”. La Santa Sede busca evitar una visión desordenada de la autoridad como poder en lugar de servicio y expresa la esperanza de que las mujeres y las niñas, en particular, desafiar esta perspectiva defectuosa de la autoridad con miras a humanizar las situaciones en las que viven.