2 de junio de 2024
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Con la llegada del Corpus Christi, Día de Caridad, Cáritas tiene una cita con la transparencia y la rendición de cuentas sobre el trabajo desarrollado a lo largo del año. En torno a esta fiesta del Corpus, centro de la espiritualidad cristiana, la entidad se hace más presente que nunca visibilizando la realidad desigual en la que vivimos, y renovando su compromiso con los más vulnerables.
Bajo el lema “Allí donde nos necesitas abrimos camino a la esperanza”, la Confederación Cáritas convoca este año el Día de Caridad con un mensaje dirigido a todas las personas, para seguir en el camino de la transformación social. Es una invitación a salir al encuentro de los demás, a comprometerse con el bien común y a cultivar la solidaridad en comunidad.
La pobreza en España no es un fenómeno pasajero; es una realidad estructural que persiste y se agrava. La brecha entre ricos y pobres se ha ensanchado, haciendo que aquellos en situación de pobreza enfrenten barreras insuperables para salir de su condición. El acceso a una vivienda digna se ha convertido en un gran reto, y la precariedad laboral sigue obstaculizando el desarrollo de proyectos vitales.
Cáritas Diocesana de Albacete, a través de sus diferentes programas, constata el aumento de las situaciones de exclusión severa, el deterioro psicoemocional de muchas personas, sus dificultades a la hora de poder acceder a una vivienda y mantenerla… Además, las olas migratorias han incrementado el número de personas en situación de irregularidad administrativa, y la desventaja social entre la población infantil y juvenil es tan profunda que podrían arrastrarla toda la vida. Solo durante el pasado año, más de 9.500 personas se beneficiaron del trabajo de Cáritas a través de sus diferentes líneas de trabajo.
En medio de una realidad compleja y dolorosa, Cáritas Diocesana de Albacete apuesta por ser instrumento para la promoción de las personas más vulnerables, trabajando para que puedan integrarse plenamente en la sociedad. “Nuestro compromiso es vivir y estar en el mundo desde el amor”, nos aporta la campaña.
Cáritas quiere hacer visible la realidad de las personas que, de una manera u otra, han perdido el rumbo o el sentido, o que no terminan de tener esa oportunidad para salir adelante sin recursos suficientes, para encontrar un trabajo o un lugar donde vivir, o para contar con alguien que les escuche y se sientan valorados como personas. “En Cáritas sabemos que se puede recalcular la ruta de mil maneras, solo hace falta estar ahí cerca, al lado de tanta gente que lo necesita, y ofrecer lo que todas las personas necesitamos: la capacidad de amar y de ser amados”. Un amor que Cáritas materializa día a día en forma de acogida, de tiempo, de oportunidad…
En su campaña Cáritas deja claro que está, como Iglesia, como comunidad cristiana, con las personas más vulnerables, alzando la voz y denunciado la falta de oportunidades y de acceso a los derechos y para anunciar la buena noticia de la esperanza en cada nuevo camino que se traza, en cada puerta que se abre, en cada encuentro que invita a empezar de nuevo.
El amor al prójimo, la gratuidad y el servicio que vertebran la acción de Cáritas son semillas de un bien común para la sociedad, y sus brotes se concretan y se hacen visible en las vidas de las personas que vuelven a sentirse dignas porque son miradas desde el amor y el cuidado.