Hace unos días las distintas delegaciones diocesanas han presentado las programaciones para el curso 2006-07, en el marco de la Convivencia Sacerdotal. Este encuentro de todos los sacerdotes de la diócesis se ha celebrado en la Residencia Sacerdotal (en las dependencias del Seminario) El Objetivo para este curso es VIVIR DE LA EUCARISTÍA. Nuestro Plan de Pastoral para la Diócesis de Albacete es el de la Conferencia Episcopal. Por ello tenemos la riqueza del Documento elaborado por la Conferencia Episcopal Española con el título: PLAN PASTORAL DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA 2006-2010. “Yo soy el pan de vida” VIVIR DE LA EUCARISTÍA. Este documento se puede adquirir en las librerías o tomarlo de Internet en la página whttp://www.conferenciaepiscopal.es/documentos/Conferencia/PlanPastoral2006.htm
En la presentación del Plan de Pastoral, el Administrador Diocesano, Luis Marín Navarro, dijo: Nuestros Planes de Pastoral han tenido hasta ahora una duración de tres o cuatro años. El trabajo que presentamos está pensado solo para un año con el deseo de que cuando llegue el nuevo Obispo nos encuentre a todos trabajando en la Viña del Señor y con el deseo de que el próximo curso transcurra con normalidad, acompañados por el nuevo Pastor.
Para que nuestro trabajo no condicione posibles planteamientos en años venideros nos situamos en el Plan de la Conferencia Episcopal Española asumiendo el Objetivo “Vivir de la Eucaristía”, desde la triple perspectiva que indica: La transmisión de la fe, la vida sacramental y la Evangelización o misión desde la caridad.
Las orientaciones que nos ofrecen las Delegaciones Diocesanas pretenden, en la línea propuesta por la CEE, ofrecer medios concretos para responder a las tres grandes llamadas del Plan de la Conferencia: profundizar en la fe a la luz de la Palabra, avivar la esperanza mejorando nuestras celebraciones y hacer presente a Jesucristo entre los hombres mediante nuestro testimonio y vivencia de la Caridad.
Puesto que es previsible que la venida del nuevo Pastor se produzca con el curso ya empezado, me atrevo a pedir a los sacerdotes, religiosas y laicos, a las parroquias, comunidades, movimientos y asociaciones, a seguir el calendario diocesano y las programaciones parroquiales con el mismo sentido y rigor que en años anteriores. Os invito –terminó diciendo Luis Marín- a situar el gran acontecimiento para nuestra Iglesia Diocesana, que será la venida del nuevo Pastor, en el cauce de la normalidad pastoral sin que los aspectos que suelen acompañar estos acontecimientos distraigan nuestra atención en nuestras respectivas responsabilidades pastorales. -
A la luz de este objetivo las delegaciones diocesanas han expuesto las distintas programaciones. Como el tema es la Eucaristía, los objetivos de cada delegación han coincidido en que este año sea una momento oportuno para profundizar y mejorar la participación en la Eucaristía en la vivencia de su dimensión comunitaria y fraterna; esmerarnos más en la preparación y en la misma celebración litúrgica. Todas las delegaciones han subrayado también, en los objetivos o en las actividades, el compromiso con el prójimo que conlleva la participación en la Eucaristía. Dicho compromiso abarca la implicación personal y la colaboración económica con el mundo de la marginación y pobreza.
Dentro de la marginación y pobreza se cita de manera especial en las programaciones la ayuda y acogida a los inmigrantes. Las programaciones se entregarán a todos los agentes de pastoral de las parroquias aprovechando el “Rito de Envío” de cada arciprestazgo o zona. Resaltamos los objetivos específicos o actividades de algunas delegaciones diocesanas como muestra del trabajo realizado por las delegaciones y el trabajo a realizar por todos los cristianos.