El dos de febrero celebramos los patronos -Simeón y Ana- de Vida Ascendente: Movimiento de Apostolado Seglar de Jubilados y Mayores.
Vida Ascendente tiene tres pilares que sustentan y animan este Movimiento:
En esta celebración queremos compartir nuestra realidad, experiencia y esperanza.
El Covid ha “trastocado” nuestros objetivos y prioridades, ha hecho saltar por los aires nuestras certezas y verdades y ha derrumbado nuestros “tenderetes”. Ha creado miedo, incerteza, aislamiento, dolor, enfermedad… en todos. Pero hay un grupo de riesgo – los de más edad- que han sufrido, padecido, experimentado la muerte.Sabemos de personas de Vida Ascendente que han muerto. ¿Pero sabemos cuántos ancianos, en realidad, han fallecido?
¿Qué NO hemos hecho este curso?
¿Qué hemos hecho?
¿Qué podemos hacer?
Concretando:
A) A nivel diocesano, caminar hacia una PASTORAL DEL MAYOR (ya hay diócesis que la tienen).
Tener unos objetivos, prioridades, criterios… aunque sean mínimos en los cuales coincidimos. Nos comprometemos y actuamos. Se trata de cuidar, acompañar… ese TESORO.
Que los ancianos no sean, seamos, los “presentes invisibles”. Que no suceda como con los vagones que no se usan. “Están en vía muerta”.
B) Vida Ascendente. sería, es, un medio, un cauce de la Pastoral del Mayor. Desde mi experiencia muy válido y que vale la pena conocer, trabajar y acompañar.
(Por si interesa, hay un folleto que puede ayudar a conocer Vida Ascendente Es sólo pedirlo).
Creo que el Espíritu de Dios, el Santo, ahora y en este momento de compromiso con el REINO, nos está provocando y desafiando:
¿No creéis que vale pana? ¿Nos animamos?
Como Simeón y Ana esperamos, agradecemos, alabamos y anunciamos, “pregonamos” que el Salvador está aquí con nosotros.
También recordamos y nos unimos a la Asociación de Viudas y Vida Consagrada, pues juntos celebramos patronazgo y la Eucaristía del dos de febrero a las cinco de la tarde en la Catedral con una Eucaristía presidida por nuestro Obispo.
En nombre de Vida Ascendente. nuestra oración y abrazo.