Historia
La Diócesis de Albacete fue creada mediante la Bula Apostólica Inter Praecipua, emitida el 2 de noviembre de 1949. El 13 de mayo de 1950 se nombró al primer obispo, Monseñor Arturo Tabera y Araoz. El 3 de septiembre de 1950, con la toma de posesión de Mons. Tabera, quedó constituida esta porción del Pueblo de Dios.
La Diócesis de Albacete fue establecida como sufragánea de la Archidiócesis de Valencia, con territorios que hasta ese momento habían pertenecido mayoritariamente a la Diócesis de Cartagena (la gran mayoría de las parroquias), además de siete parroquias de la Diócesis de Cuenca y una de la Diócesis de Orihuela. Todo el territorio diocesano coincidía con la provincia civil de Albacete, aunque no toda la provincia civil formaba parte de la Diócesis en sus inicios.
El 5 de mayo de 1955 tuvo lugar la solemne dedicación de la Santa Iglesia Catedral de Albacete. Más tarde, el 25 de julio de 1966, se incorporó a la Diócesis la parte de la provincia civil que aún pertenecía a la Archidiócesis de Toledo. Desde entonces, provincia civil y diócesis coincidieron territorialmente.
Por decreto de la Congregación para los Obispos, fechado el 28 de julio de 1994, la Diócesis fue segregada de la Provincia Eclesiástica de Valencia y agregada a la de Toledo, Archidiócesis que englobaba todas las provincias civiles pertenecientes a su división autonómica. Este decreto se ejecutó el 30 de octubre de 1994 en la Catedral de Albacete.
Durante el episcopado del que sería cardenal Tavera, el primer obispo de la Diócesis, y que duró dieciocho años, la Diócesis alcanzó pleno desarrollo canónico y pastoral. Se estructuró la sede del Obispado en la calle de Salamanca, se establecieron los seminarios Menor y Mayor en Hellín y Albacete, se formaron la curia y el cabildo catedralicio, y se consagró la Iglesia Catedral, basada en la antigua iglesia de San Juan Bautista. Además, tuvo lugar la coronación canónica de la Virgen de los Llanos, patrona de la ciudad y de la Diócesis.
Tavera fomentó el desarrollo de los Cursillos de Cristiandad, los movimientos laicales de Acción Católica y Cáritas Diocesana. Tras la celebración del Concilio Vaticano II, al cual asistió como Padre Conciliar, impulsó la implementación de las ideas conciliares en la Diócesis durante los últimos cinco años de su episcopado, antes de ser nombrado arzobispo de Pamplona.
El segundo obispo de la Diócesis, D. Ireneo García Alonso, la pastoreó entre 1969 y 1980. Le tocó enfrentar una década compleja, marcada por una profunda crisis en el interior del presbiterio. Además, su salud se deterioró, lo que le obligó a renunciar como pastor de la Diócesis.
Posteriormente, los obispos D. Victorio Oliver Domingo, D. Francisco Cases Andreu, D. Ciriaco Benavente Mateos y D. Ángel Fernández Collado han contribuido a consolidar material y pastoralmente la Diócesis de Albacete, dándole la madurez que hoy posee tras 75 años de historia.
Actualizado a 20 de enero de 2025