El Santuario de Ntra. Sra. de la Encarnación, situado en el antiguo cerro de San Sebastián (ahora de la Encarnación), podría tener sus orígenes en la Ermita de Santa María, citada en las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1576, aunque no se detalla su ubicación. Fue declarado Monumento de Interés Histórico – Artístico Nacional el 27 de Noviembre de 1981.
Hasta la construcción de la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. (1546 – 1616), ejerció como parroquia principal del pueblo. Al parecer, este Santuario, tras la repoblación castellana, en el siglo XIII, fue construido inicialmente para venerar la imagen del Stmo. Cristo de la Antigua encontrada en una sima del mismo cerro, donde sería ocultada durante la dominación islámica. La mayor parte del edificio acabaría levantándose entre los Siglos XV y XVIII, donde adquiere mayor importancia. Tanto es así que hasta aquí llego en su peregrinaje San Vicente Ferrer predicando en el mismo el día 24 de Abril de 1411. A lo largo de los siglos, el templo fue ampliado según crecía la población devota, superando en importancia otras ermitas de la zona.
Consta de tres naves, dos de ellas cubierta con bóvedas de crucería y la tercera con un artesonado mudéjar con decoración de lazo y piña mocárabe y motivos vegetales, que pudiera ser la parte de la primitiva ermita. Dichas paredes también están decoradas con pinturas murales de finales del S. XVI, recuperadas y restauradas en la década de 1990.
En su interior también se encuentran los dos camarines de los Patronos de Tobarra.
El Camarín de la Virgen de la Encarnación, sencilla sala rectangular con techo plano, debió construirse a finales del XVII o principios del XVIII, representan escenas de la Virgen y de Cristo. Siguiendo el orden narrativo de las escenas se sitúan desde la boca del camarín a la derecha: La Inmaculada Concepción, la Anunciación, la Adoración de los pastores, la Adoración de los Reyes, la Familia de María, la Soledad, la Flagelación, Camino del Calvario, y, finalmente, la Crucifixión. Junto a su valor estético e iconográfico, se junta el histórico, ya que cada una de ellas revela a sus donantes, que aparecen inscritos en ellas.
El Camarín del Stmo. Cristo de la Antigua, data de finales del XVIII, siendo el espacio más lujoso con elementos del estilo rococó. El pavimento se compone de ricos azulejos valencianos realizados en Manises. La decoración de la cubierta esta recargada de cenefas y motivos vegetales que resaltan las representaciones de los cuatro evangelistas en las pechinas, la iluminación que penetra a través de los huecos del tambor de la cúpula y los símbolos de Cristo (Signa Christi) en la misma.
Las dos tallas de los patronos, son copias de las destruidas en julio de 1936; la de la Stma. Virgen de la Encarnación y trono son del escultor valenciano José Diez López, años 50 y la del Stmo. Cristo de la Antigua, de autor desconocido, años 40.
Ambas imágenes, son trasladadas y pujadas del segundo al cuarto fin de semana del mes de mayo, desde el Santuario hasta la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra. con motivo de las Fiestas Patronales de la localidad, donde se les realizan eucaristías, ofrenda floral, novenario y procesiones hasta el regreso al Santuario.
Todos los viernes por la mañana se celebra la Eucaristía en el Santuario, además de otras celebracones religiosas durante el resto del año.