Sabernos “vocacionados”, llamados, es un don: hay Alguien que está pendiente de mí y cuenta conmigo para algo. Por el bautismo es el mismo Jesús quien me llama, me elige y nos envía. Con rotundidad afirma el Vaticano II que los fieles laicos son destinados al apostolado por el mismo Señor y que la vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado. Por amor, el Señor Jesús nos impone la obligación de trabajar para que el mensaje cristiano de salvación sea conocido y aceptado por todos los hombres de cualquier lugar de la tierra. A los fieles laicos Jesús confía “la restauración del orden temporal, y que, conducidos por la luz del Evangelio y por la mente de la Iglesia, y movidos por la caridad cristiana, obren directamente y en forma concreta en dicho orden; que cooperen unos ciudadanos con otros, con sus conocimientos especiales y su responsabilidad propia; y que busquen en todas partes y en toda la justicia del reino de Dios. Hay que establecer el orden temporal de forma que, observando íntegramente sus propias leyes, esté conforme con los últimos principios de la vida cristiana, adaptándose a las variadas circunstancias de lugares, tiempos y pueblos. Entre las obras de este apostolado sobresale la acción social de los cristianos, que desea el Santo Concilio se extienda hoy a todo el ámbito temporal, incluso a la cultura”. (Vaticano II, AA n. 8). Doy gracias a Dios por cada uno de los fieles laicos que personalmente y en el apostolado organizado de la Acción Católica y demás grupos, movimientos y asociaciones ponen sus dones al servicio del mandato apostólico del Señor.
¿Qué tenemos que hacer, hermanos? (Hechos 2,37). Como aquellos primeros hermanos nuestros me lo pregunto y te lo pregunto. Nos lo preguntamos con toda la Iglesia en las circunstancias concretas de nuestra comunidad diocesana. Reunidos en torno a María en todas sus fiestas y romerías de este mes de mayo le pedimos a Ella su intercesión para que el Espíritu Santo nos guie y acompañe.
Julián Ros Córcoles
Administrador Diocesano