Manuel de Diego Martín
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4 de junio de 2011
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Hoy, día de la Ascensión, la Iglesia celebra la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Cada año el Papa nos ofrece para la misma su Mensaje, que firmó el 24 de enero, en la fiesta de S. Francisco de Sales, patrón de los periodistas. Los Obispos españoles de la Comisión de Medios recogen esta reflexión papal e intentan iluminar nuestra realidad nacional.
El objetivo de la jornada es promover, a través de los medios, la nueva evangelización que debemos llevar adelante en esta era digital que nos toca vivir. El lema que propone el Papa es: “Verdad, anuncio y autenticidad en la era digital” Nos recuerda el Papa que así como la revolución industrial produjo un cambio profundo en la sociedad, de igual manera en esta era digital, la era del Internet, se está produciendo cambios radicales en el mundo de las comunicaciones, y por tanto en la mente y en las relaciones entre los pueblos. Está surgiendo, dice el Papa, un nuevo modo de aprender y de pensar.
Esto conlleva grandes riesgos y, a su vez, grandes oportunidades. Como ocurre siempre, todo es bueno si se sabe usar bien. Hay riesgos porque la realidad virtual, la que el usuario se imagina a veces, puede suplantar la realidad verdadera del ser humano. Es una gran oportunidad de hacer del mundo una gran familia estrechando las relaciones entre las personas y los pueblos.
También para la Iglesia los medios son una gran oportunidad, para conseguir que sus mensajes resuenen en todos los rincones del orbe. No se trata solamente de enviar contenidos religiosos, que también, sino criterios, valores, modos de pensar y ser, que estén de acuerdo con el evangelio.
Termina el Papa pidiendo que el uso de los medios, desde la verdad del ser humano, sea el alimento cotidiano que ayude a hombres y mujeres a bien vivir, a cultivar su sed de verdad, de comunión y trascendencia. Que no sea un simple pasatiempo alienante, que hunde a los usuarios más y más en la miseria.