Manuel de Diego Martín

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28 de abril de 2007

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El día 21 de este mes, tuvo lugar en Pedro Muñoz, un pueblo de Ciudad Real, la XXXIII Asamblea Regional de Viudas cristianas. Asistieron a la misma más de 1.300 mujeres de diferentes pueblos de la Región. Nuestra diócesis estuvo representada por las asociaciones de nuestra ciudad de Albacete, de la Roda, de Villarrobledo y de Hellín.

Tuve la suerte de acompañar a la Asociación de Viudas de S. Rafael de Hellín en calidad de consiliario. Es la primera vez que asistía a una asamblea regional. La impresión que me llevé fue gratísima al ver tantas mujeres juntas, llenas de ilusión y esperanza, apostando por el futuro.

Quiero recalcar algunos momentos, los que me parecieron más importantes En primer lugar la presentación institucional ante las autoridades. Las presidentas, local, ya que nos acogía en su pueblo; la regional, puesto que esta era una asamblea a nivel de región; y la presidenta nacional, nos hablaron de los objetivos que estas buenas mujeres se marcan por hacer una sociedad más armónica y justa.

El Presidente de Castilla la Mancha Sr. Barreda, les animó a seguir trabajando por la igualdad y protagonismo de la mujer en nuestro entorno social. También la representante del Consejo de la Mujer, así como el Alcalde del pueblo, invitaron a las mujeres a unir sus esfuerzos para dinamizar la vida de nuestros pueblos en constante desarrollo. Los aplausos mas entusiastas se los llevó el Sr Barrena cuando les habló de esas pagas extras previstas para dignificar las pensiones, a veces demasiado pequeñas que reciben tan injustamente algunas viudas.

Otro momento fuerte fueron las palabras del Consiliario nacional, P. Garralda, uno de los iniciadores de este movimiento, cuando describió al rojo vivo el cambio histórico que se ha dado en unos años. De aquellas mujeres enterradas en vida, tristes, enlutadas de los pies a la cabeza, llorando sus penas, hemos pasado a las viudas de hoy dispuestas a luchar por un futuro mejor, por un mundo mas justo comprometidas. a su vez, a ser testigos de Cristo resucitado en nuestro sociedad. La resurrección de Jesús nos marca a todos un futuro espléndido. Nuestras viudas deben ser testigos de este futuro. Estas fueron algunas de las ideas que desgranó el veterano consiliario.

Momento cumbre de la Asamblea fue la Santa Misa que presidió el Obispo de Ciudad Real y que concelebramos un grupo de sacerdotes. De alguna manera con el gracejo que le caracteriza a este obispo, le dijo al P. Garralde que le había dejado sin papeles, ya que todo estaba dicho. En resumen D. Antonio Algora, que fue en otros tiempos consiliario de Acción Católica, nos recordó cómo el amor a Jesús debe ser la fuerza transformadora de la realidad en que vivimos, estamos llamados a construir el reino de Jesús.

En el evangelio del domingo se hacia esta pregunta “Pedro, ¿me amas? Apacienta mis ovejas” El cuidar unos de otros debe ser nuestro ideal, todo ello como exigencia del amor. Al final de la Eucaristía la multitud de mujeres cantó lo que quiere ser su himno. “Resistiré” La letra nos quiere decir que en medio de las peores dificultades tienen que ser fuertes en la vida… Me viene a la memoria aquella estrofa: “Aunque los vientos de la vida soplen fuerte, soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie” ¡Amigas viudas, a seguir siempre en pie, apostando por el futuro!