+ Mons. D. Ángel Fernández Collado
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9 de febrero de 2019
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]M[/fusion_dropcap]anos Unidas nos presenta, en estos días, con el empeño y la ilusión de siempre, su Campaña anual contra el Hambre, que os invito a secundar con toda generosidad.
La fe cristiana aporta una perspectiva que refuerza nuestro compromiso en la construcción de un mundo más justo. Iluminado por el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, manifiesta, abiertamente, que la pobreza y el hambre son contrarias a la dignidad humana.
Después de tantos años de esfuerzo y de los importantes logros conseguidos, según datos de la FAO, las personas en situación de hambre han aumentado. Sabemos que los efectos del cambio climático y de los conflictos bélicos, principales causas apuntadas, tienen siempre un impacto especial entre los más empobrecidos.
Manos Unidas no se cansa de repetirnos que el hambre no es una fatalidad, sino la consecuencia de estructuras, relaciones y comportamientos que generan desigualdad y exclusión. Hay que reconocer que, si hay situaciones a las que parece fácil dar solución pero no se solucionan, somos moralmente culpables.
Seguimos plantándole cara al hambre con el lema: “Creemos en la igualdad y en la dignidad de las personas”. Manos Unidas, dando un paso más, quiere compartir, desde la racionalidad, propuestas alternativas y experiencias concretas de cambio que, aunque sean muy modestas, acreditan que es posible una realidad distinta.
Por eso, Manos Unidas, al promover cada año esta Campaña, no se olvida de invitarnos a la oración y al ayuno voluntario. Ese es uno de los secretos de su eficacia. El ayuno voluntario nos hace solidarios con el pobre; la oración, si es verdadera, nos cambia el corazón. Invito a los Sacerdotes, Vida Consagrada, catequistas, profesores, niños, jóvenes e instituciones diocesanas…; en definitiva, a toda la Diócesis, a poner el mejor empeño para lograr la eficacia y buen resultado de la Campaña de Manos Unidas. Las colectas que se realicen hoy, en todas las parroquias, iglesias y capillas de la Diócesis serán destinadas para esta Campaña Contra el Hambre.
Secundando la llamada de las voluntarias y voluntarios de Manos Unidas, cuya generosidad y empeño agradecemos, unamos nuestras manos y nuestros corazones en esta Campaña 2019.