José Joaquín Tárraga Torres
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26 de noviembre de 2022
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El número de españoles que les cuesta dormir va en aumento. Son muchos los que permanecen en vigilia y que les cuesta conciliar el sueño. Como casi todo, lo podemos achacar a la pandemia, pero también al ritmo de vida y al uso de las pantallas que nos hacen vivir en un mundo virtual llenos de colores, movimiento, música y acción. El móvil te engancha y reactiva. Como decía un amigo estudiante de tercero de secundaria: “es coger el móvil y pasar el tiempo sin enterarte”.
Hoy comenzamos un tiempo nuevo. La novedad siempre es buena. Por eso, es bueno comenzar este tiempo de Adviento como si algo nuevo estuviera a punto de comenzar. Lo nuevo trae sorpresa, admiración, expectación. Así hay que vivirlo.
La Palabra nos invita a la vigilia, a estar en vela. Pero de otra forma. No se trata de estar en lo de siempre, en la rutina del que no se admira de nada, del que no espera nada. Jesús propone un cambio, una muda. Buscar nuevos caminos y nuevas formas de llegar al corazón de las personas.
Llega el Adviento. Jesús nos pide estar alertas para que nadie nos robe lo que hemos construido hasta ahora. La vigilia que pide es la de estar en guardia, en constante vela para que los valores que Jesús propone los defendamos con una sonrisa y con trabajo constante.
Que nadie nos robe la ilusión, la espera de un Dios con nosotros. No sabemos el día ni la hora. No sabemos cuándo nuestro trabajo y tesón darán fruto. No te canses de sonreír, de escuchar, de perdonar, de amar. No te duermas en el desánimo.
Jesús es el Dios con nosotros. Esa es su promesa. “Vendré y os llevaré conmigo”, nos dice. Su corazón y Evangelio también tiene música, color y novedad. Engánchate a Él. Tu tiempo no será perdido. Te sentirás amado en plenitud.
José Joaquín Tárraga Torres
Delegado Diocesano de MCS