Manuel de Diego Martín
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16 de noviembre de 2013
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En estos tiempos de secularismo creciente, se ha creado en algunos ambientes de nuestra sociedad una cierta animadversión hacia la Iglesia católica, haciéndola responsable de ciertos males de nuestra sociedad y también dicen que esta Institución vive aprovechándose de ciertos privilegios sociales. Tal vez algunos se atreven a afirmar que en vez de servir, lo que hace es servirse de los demás.
En este ambiente no es fácil hacerse eco del cartel y el eslogan que la Iglesia Española tiene para celebrar el domingo de hoy como “Día de la Iglesia Diocesana”. Dice así: “La Iglesia con todos, al servicio de todos”. Y un spot publicitario añade: “diecinueve mil sacerdotes al servicio de todos. Ayuda a tu parroquia, ganamos todos”. No quiero polemizar con quienes ven las cosas de otra manera, pero sí quiero explicar el sentido de la jornada de hoy.
Hoy nos toca hablar de la Iglesia de Albacete, de nuestra Diócesis con su Obispo, sacerdotes y multitud de agentes de pastoral que están al servicio de las Parroquias. Y su vivir no es estar ahí como unos más intentando sobrevivir, sino que viven volcados en construir una sociedad más fraterna, más justa, más libre. Su misión es construir el reino de Jesús ya aquí en esta tierra.
Se dice que vale más un ejemplo que mil palabras. Tuve la suerte de asistir a la Asamblea anual de Caritas, que se celebró hace unos días. ¡Qué hermosura ver allá a más de trescientos voluntarios venidos de todos los rincones de la Diócesis, intentando ser fieles a Jesucristo, luchando por arrancar todas las pobrezas de nuestros pueblos! Así pues, Caritas son las parroquias, son la Iglesia diocesana al servicio de nuestras gentes, especialmente de los más pobres.
Pero además de Caritas esta ese inmenso número de catequistas enseñando a los niños y a los jóvenes a crecer a la luz de Jesús. Ahí están muchos acompañando enfermos; ahí están los grupos de familia, ayudando para que esta institución familiar cumpla su gran misión educativa… ¡Cuántas cosas buenas hacen nuestras parroquias! Hoy es un día para que todos nos animemos a arrimar el hombro, tanto en lo económico, como en las tareas evangelizadoras, ya que todos los bautizados somos parroquia, somos Iglesia para servir.
Que las dificultades ambientales, que los prejuicios ideológicos con los que nos topamos, no nos empujen a escondernos bajo tierra. Muchos es lo que quisieran. No volvamos a las catacumbas, pues hace veinte siglos que murió Nerón y sus amigos. Lo nuestro es evangelizar, es decir, anunciar que Jesús es salvación y vida para el mundo, y hacer esto, es el mejor servicio que podemos ofrecer a los hombres de nuestro tiempo.