En este momento cruel que estamos viviendo, en el que se cortan cabezas y se eliminan poblaciones enteras de Cristianos, el Papa Francisco, que hace lo posible e imposible por hacer llegar la paz, nos ha convocado de nuevo a una Vigilia de Ayuno y Oración, hoy 7 de septiembre, día de la apertura de la Feria de Albacete.

La idea del santo Padre al escoger este día es para poner en manos de la Virgen María, nuestra buena Madre, la causa de la paz. Es la víspera en que celebramos su Nacimiento. Naturalmente para nosotros albaceteños y para montón de pueblos esta fecha coincide con la apertura de sus fiestas. Es pues el momento en que desfilan las carrozas y todos los chiringuitos abren sus puertas en medio de la alegría de las gentes.

Leía unas indicaciones que algunos responsables de la Jornada daban para que esta se viva de la mejor manera posible. Me doy cuenta de que para nosotros va a ser muy difícil eso de ayunar o encontrar largos ratos de la oración. La Virgen María nos perdonará y ese día como buena Madre nos invita a divertirnos.

Y sin embargo también nosotros podemos vivir este día de inicio de la Feria como una gran Jornada de Paz ya que tenemos todas las bazas para ello. En primera lugar, la Virgen va a presidir la Cabalgata con ese impresionante desfile de carrozas. Y después ella quedará entronizada en el Camerino de la Feria para estar presente todos los días en medio de ella. Dice un spot publicitario que se repite mucho: “Sin toros no hay feria”. Yo me atrevería a decir, aunque algunos se enfaden por ello: “Sin la Virgen de los Llanos no hay Feria en Albacete”. Y es que su presencia nos está recordando que todos somos sus hijos y quiere que nuestras fiestas sean fraternas y gozosas.

Así pues, ante un mundo en el que abunda tanto el terror y la guerra, los albaceteños, presididos por nuestra Madre la Virgen María, hacemos estos días propósito de construir una sociedad más justa y fraterna. Los días de ayuno y oración llegarán más tarde.