Manuel de Diego Martín

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30 de enero de 2016

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Entre los días 28 de enero y 2 de febrero se está celebrando un Encuentro Internacional de Vida Consagrada en Roma que organiza la Congregación Pontificia de Institutos religiosos y Asociaciones de vida apostólica, que preside el cardenal brasileño Joao Briz y que tiene como secretario general al franciscano español Mons. José Rodríguez Carballo.

Este encuentro marca un hito en la historia ya que es la primera vez que a tales acontecimientos están convocados los contemplativos. Ya que las diferentes federaciones de los mismos están representadas por su presidente/a y secretario/a, tenemos la gran alegría de saber que una carmelita del Monasterio del Inmaculado Corazón María de Albacete, la Hna. Elena García, está participando en este gran encuentro puesto que ella es presidenta de la Federación en la que se encuentra su Monasterio. 

Dicho acontecimiento tiene como objetivo celebrar la clausura del Año de la Vida Consagrada. Pero no sólo eso, también tendrá lugar en esos días momentos de oración, de reflexión para poner en común lo que el mundo de hoy está pidiendo a los consagrados y lo que el Señor quiere de ellos. Por otra parte, las diferentes formas de vida consagrada, que han surgido en los últimos años, tendrán la oportunidad de darse a conocer y entrar en esa búsqueda común de lo que la Iglesia necesita. El 1 de febrero en el aula Pablo VI tendrán la audiencia con el Papa y el día 2, en la Basílica de S. Pedro, celebrarán con el santo Padre la Misa de clausura del Año de la Vida Consagrada. 

Antes de salir para Roma he tenido una pequeña entrevista con la Hna. Elena que me ha hecho ver su alegría de participar de esta magna asamblea. Y me dice que para las Hija de Santa Teresa, seguirá allí mismo en la Ciudad Eterna otro encuentro en el que se juntarán las representantes de las cincuenta federaciones que hay en los cinco Continentes. Este será el mejor colofón para el Año Teresiano, al ver cómo en el mundo entero el carisma carmelitano se encarna en los nuevos tiempos y en las diversas culturas. La Hna. Elena ya en el mes de octubre participó ya en Roma en representación de España y Portugal en la preparación de este magno encuentro carmelitano.

Ella me hace ver cómo una de las preocupaciones de la Orden es potenciar más y más la formación carmelitana para hacer entrar en los corazones la esencia del evangelio siendo fieles a los principios de humildad, amor y desasimiento que proponía la Santa. Me dice que aunque en los Carmelos de nuestro mundo occidental haya cierta carestía de vocaciones, en otros lugares hay una gran respuesta y surgen muchas vocaciones. Lo importante es llegar a que todas las hermanas tengan los medios para formarse bien. Un medio que preconizan es ver cómo lo pueden hacer vía online y también tienen el proyecto de que hermanas de aquellas tierras vengan a nuestros conventos, en los que tienen más medios para formarse mejor y después volverían a sus lugares de origen. Todo un gran proyecto y se abre un gran futuro para las Hijas de Santa Teresa.