Manuel de Diego Martín
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23 de agosto de 2008
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Un día dos mujeres de Cancarix, una pedanía de Hellin de la que soy administrador parroquial, mantuvieron la siguiente conversación: “Chica, ¿por qué no vas al mercado en el Bus?”. La otra le responde que le cuesta mucho el andar y que cuando tiene que hacer compras se busca la vida de otra manera. La mujer para convencerle de que tiene que coger el Bus le dice: “Si no hay gente, nos lo van a quitar”. Entonces la mujer muy resuelta le responde: “Y tú chica, ¿por qué no vas a misa los domingos? Unos días que hace frío, otros que hace calor, tocan la campana y te quedas bien repanchingada en tu casa. Pues también por falta de gente nos van a cerrar la iglesia, pues no tendremos cura…”. No se lo que contestaría la mujer, tal vez, puede ser que dijera, que la cierren, que no pasa nada.
Estos días la pedanía ha celebrado sus grandes fiestas de su santo patrón san Roque. Y estos días se ha inaugurado también un magnífico Centro Social. Demos gracias a nuestro patrón y a todas las autoridades que han hecho posible tan hermosa realidad. Como decía el Sr. Alcalde tendremos un lugar para el encuentro, para que la gente no se sienta sola, para que puedan jugar, reír, navegar por Internet… Naturalmente fue una fiesta popular la bendición que tuve el gusto de hacer y la inauguración por parte de los responsables políticos. En la homilía de la fiesta de S. Roque no pude por menos que decir: “Gracias santo Patrón, que nos has regalado este centro. Gracias a todos los que han luchado para que dicho centro sea una realidad. Lo malo es, querido S. Roque, si con el tiempo tenemos que cerrar tu centro, es decir el templo parroquial, ya que no hay gente que tenga tiempo para venir por aquí. La parroquia ha sido el centro social más estupendo que se conoce desde hace veinte siglos. Es la casa de todos, de los niños, de los jóvenes, de los mayores. Es el lugar gozoso para celebrar el nacimiento de un niño a la vida nueva que Dios nos da por el bautismo. Es el lugar gozoso en que los niños reciben por primera el cuerpo del Señor, en que los jóvenes celebran su matrimonio. Es el lugar para dar a nuestros difuntos el último adiós. Es el lugar en que los cristianos se reúnen cada domingo para confraternizar celebrando la eucaristía. ¿Será posible que cuando inauguramos el centro de allá, tengamos que cerrar este centro? Que san Roque bendito nos ayude a tener abiertos los dos”.