Manuel de Diego Martín

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6 de octubre de 2012

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Hoy en Roma se celebra un gran acontecimiento universal. El papa Benedicto va a declarar doctores de la Iglesia a una monja alemana del siglo XII, Hildegarda de Bingen y a un cura español del siglo XVI llamado S. Juan de  Ávila. Por tanto para nosotros esta fiesta  tiene un gran sabor español ya que se trata de un compatriota que es a su vez patrón de todos los sacerdotes hispanos. Para nosotros manchegos se añade algo más ya que Juan de Ávila nació entre nosotros, en Almodóvar del Campo (Ciudad Real). También tiene un relieve especial para la comunidad andaluza, ya que su vida la pasó por aquellas tierras, vivió y murió en Montilla y es conocido por  todos como “el Apóstol de Andalucía”

Si vamos al Santuario del Cortes, allá encontramos una lápida en la que están escritos todos los hombres ilustres que pisaron aquel santo lugar; entre ellos figura Juan de Ávila, así  sabemos que el Santo Doctor pisó también tierras albaceteñas.

¿Qué es un santo doctor? Para entendernos podemos ver en este título como un super Nóbel, con que la Iglesia distingue aquellos de sus hijos que más han profundizado en los misterios de nuestra fe, se han distinguido en el conocimiento de las Sagradas Escrituras y mejor han sabido comunicar este mensaje a los hombres y mujeres de su tiempo Hasta el momento están declarados treinta y tres doctores, y entre ellos cuatro españoles: S. Isidoro, Santa Teresa de Ávila, S. Juan de la Cruz, y ahora  S. Juan de Ávila. Para llegar a la proclamación antes hay un estudio muy serio de sus obras y vida ya que los candidatos tienen que unir a la vez ciencia y santidad.

Este año de la Fe que iniciamos, el acercarnos a los escritos del nuevo Doctor puede ayudarnos a crecer en nuestra fe y ser testigos vivos de ella en nuestro mundo.