Antonio García Ramírez
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14 de septiembre de 2025
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Este mes de septiembre se cumplen setenta y cinco años de la creación de la diócesis albaceteña, en 1950. Lo celebramos solemnemente en la Eucaristía de acción de gracias el pasado 3 de septiembre, en la Santa Iglesia Catedral de Albacete. Hoy, en medio de la Feria en honor a la Virgen de Los Llanos, uno mi voz y mi palabra a este cántico de gratitud por estos años de vida.
Este aniversario es tiempo propicio para hacer lectura creyente de la historia de salvación en nuestra diócesis. Una historia llena de nombres, iniciativas y sueños. Hacer memoria de tanto trabajo pastoral bajo la tierra que pisamos. Por ello, es bueno trazar semblanzas y relatos de personas e instituciones concretas que lo dieron todo para construir desde la novedad que imponía su creación. Este tiempo incluye la recepción del Concilio Vaticano II, la transición política española y la entrada en este tercer milenio del cristianismo en el que nos encontramos.
La mirada atrás no ha de ser para convertirnos en estatuas de sal, sino para redescubrir personas y acontecimientos de la historia de nuestra joven diócesis. Para ello, conviene escuchar la memoria viva de las personas mayores de nuestra iglesia local: seglares, sacerdotes y consagradas con muchos años de vida al servicio del Evangelio. La teología narrativa de los relatos -aún con lagunas y olvidos- es puerta abierta a la gratitud de la acción de Dios en la historia. No empezamos de cero: recogemos el legado de una infinidad de testigos que vivieron tiempos distintos y circunstancias muy alejadas de la era de internet. Hagamos el esfuerzo de escucharlos, de conversar con ellos con la ayuda del Espíritu Santo.
Tenemos futuro porque somos peregrinos de esperanza. Sin el horizonte que nos ofrece esta virtud teologal es muy difícil vislumbrar el mañana de nuestra iglesia. Caminemos juntos en comunión. Trabajemos por crear estructuras de participación para todos los miembros de la Iglesia. Tomemos en serio la llamada a la misión evangelizadora, que ha dado tanta vida en abundancia en nuestros pueblos y ciudades.
¡Diócesis de Albacete, feliz cumpleaños!