Francisco San José Palomar

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21 de diciembre de 2019

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La Liturgia expresa, con emoción contenida, la inminente llegada del Mesías Salvador: “Va a entrar el Señor. Él es el Rey de la gloria”. Está a punto de cumplirse la profecía de Isaías: “La Virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pone por nombre Emmanuel: Dios con nosotros”. Después de una larga espera, con inmensa alegría, el pueblo va a asistir, va a estar presente en el acontecimiento que cambiará el rumbo de la humanidad: el Nacimiento de Jesucristo. – Este Cuarto Domingo de Adviento es para vivirlo con intensidaddeespíritu.Que cadacualanheleyoresuplicando:¡VenSeñoramicorazón,ami parroquia, a mi ciudad, a mi país, al mundo entero! – La humanidad necesita la presencia delSalvadorquevieneconlapaz,lajusticia,labenignidadyelpoderdehacertodaslas “cosas nuevas”. Será“Dios-con-nosotros”.

Las cosas de Dios ocurren con frecuencia de una manera que nos resulta desconcertante a los hombres. Es el caso de José, desposado con María, que advierte señales de maternidad en Ella antes de ir a vivir juntos. María ha callado el secreto de Dios. La incertidumbre se apodera de José y se debate en una angustiosa situación. José, hombre

bueno que es, decide respetar a María y no hacerle daño con denuncias. – Dios mismose va a encargar de resolver esta situación sacando a José de su incertidumbre: “No tengas reparo, José, de llevarte a casa a María, tu mujer. La criatura que hay en ella viene del EspírituSanto”.–Paranosotrosque,antelamenordificultad,reaccionamosdeinmediato por la tremenda, san José nos muestra una conducta ejemplar. Sufre, calla y respeta el silenciodeMaría.–Ensituacionesdifíciles,inclusoincomprensibles,siempreserábueno paranosotrosmantenerunaactitudpositivahacialaspersonas.Diosnosiluminaráydel mal sacaremosbien.

El pueblo cristiano vive con María estos últimos momentos del Adviento. Siente cómo Ella está deseando ofrecernos el “fruto bendito” de su vientre: el Salvador. De ahí el precioso canto: La Virgen sueña caminos, está a la espera. La Virgen sabe que el Niño está muy cerca. – Intensifiquemos, con Ella, nuestros deseos de recibir al Señor. Preparemos nuestros pequeños detalles de la Navidad: un “belén” con sus graciosas figuras sencillas, un “árbol de Navidad” con sus colores. Que el Nacimiento de Jesússea motivodegozoparatodaslasfamilias yqueunespíritudepaz,sencillezyalegríareine en todos los hogares delmundo.