Manuel de Diego Martín
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1 de octubre de 2011
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El martes pasado, 27 de septiembre, celebramos la fiesta de S. Vicente de Paúl. Este Santo francés del siglo XVII nos dejó como herencia tres grandes tesoros. En primer lugar la fundación de la congregación del los misioneros padres paúles. También unido a Santa Luisa de Marillac fundó la congregación de las Hijas de la Caridad. Y en tercer lugar nos dejó el testimonio admirable de su preocupación y amor hacia los pobres.
El papa Benedicto lo menciona expresamente en dos de sus grandes mensajes. En la encíclica “Caritas in veritate” nos dice que S. Vicente fue un hombre que vivió con plenitud el amor en la verdad. Y en su Exhortación “Verbum Domini” nos dirá que S. Vicente es una página abierta, en la que nos ofrece la mejor exégesis para que podamos entender el evangelio de los pobres.
En la diócesis de Albacete disfrutamos de esta gran herencia vicentiana. Aquí, en la ciudad, tenemos a los Padres paúles cuyo apostolado se centra en los barrios más pobres: el Cerrico, la Milagrosa, la Cárcel, el Hospital…Están también las Hermanas de la Caridad en el Colegio María Inmaculada y en el barrio de las Seiscientas, con diferentes programas sociales de ayuda y formación. Tienen una residencia de ancianos en Montealegre. Y este verano la Comunidad de Hermanas ha dejado con mucho pesar al que se ha unido todo el pueblo de Hellín, el Colegio de S. Rafael que regentaban en esta población por falta de vocaciones.
El tercer tesoro que nos deja S. Vicente es su preocupación y amor a los pobres. En una España empobrecida en que hay tantísimos que piden ayuda de una manera o de otra, el recuerdo de este Santo nos ayuda a entender cuál debe ser nuestra actitud en su acogida. S. Vicente tiene páginas bellísimas en que nos habla de los pobres y cómo debemos tratarlos. Este Santo llegaba a ponerse de rodillas delante de los pobres pues en ellos veía a Jesucristo. Y es que el mismo Señor nos dijo en el evangelio que los pobres son El mismo. Por eso san Vicente, con toda lógica, los llama sus señores.