Mª Angeles Zafrilla Cifuentes

|

23 de marzo de 2025

|

25

Visitas: 25

[tta_listen_btn]

En las noticias de las últimas semanas oímos constantemente acerca del “proceso de paz” y todos opinamos sobre las posturas enfrentadas de los líderes mundiales y se hacen bandos y nos echamos las manos a la cabeza con las decisiones, posiciones y actuaciones de unos y de otros y por supuesto todos apostamos y rezamos por la paz en el mundo. Creo que, si hiciera una encuesta, nadie diría que está en contra de la paz.

Ahora bien, si profundizo en la encuesta ya no sé qué respuestas encontraría. ¿Estás en paz con todos los que conoces? ¿Estás en paz con tu familia que incluye, cónyuge o excónyuge, padre o madre de tus hijos, tus propios padres, hermanos, suegros, abuelos, primos, tíos y demás familia, compañeros de trabajo, compañeros sacerdotes, vecinos, jefes, aquellos con los que me encuentro en la parroquia, el coro, el grupo de ocio al que pertenezco, en mi clase, en mi equipo deportivo? ¿Estás en paz contigo mismo?

La Paz no es solo para quienes mantienen una lucha armada entre países, la Paz es vivir en armonía sin enfrentamientos ni conflictos.  La Paz no queda para las grandes naciones ni para los países en guerra, los conflictos activos en el mundo están a menos de un metro y el dolor que causan las palabras, los desprecios, los silencios, las humillaciones, las mentiras, los egos, el orgullo, la ambición desmedida a cualquier precio, la envidia, el odio que anida en tantos corazones causa mucha muerte en vida.

En estos días de Cuaresma que tanto nos invitan a la reflexión os sugiero que recapacitemos acerca de si somos mensajeros de Paz y Esperanza, si nuestro modo de vivir es coherente con una cultura de la Paz. No podemos exigir a los grandes dignatarios lo que no somos capaces de hacer en nuestro entorno más cercano.