Manuel de Diego Martín
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31 de mayo de 2014
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El Papa S. Juan Pablo II nos habló mucho de que había que pasar de la cultura de la muerte a la civilización del amor. El Papa Francisco nos dirá que la civilización del amor tiene su mejor expresión en una cultura del encuentro. Tenemos que superar ese mundo individualista en que cada quien vive cerrado en si mismo dando la espalda a los demás. Esto origina un montón de injusticias y atropellos violentos.
Hoy celebramos la 48 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. El Papa nos ha regalado para este día un bello mensaje con este título: “La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro”. Este debe ser el objetivo de todas las comunicaciones sociales, que ellas nos sirvan de verdad para encontrarnos los unos con los otros.
Nos da mucha alegría saber que el Papa supera en cuatro veces a Obama en los retuits y que hoy por hoy es el líder mundial de las comunicaciones sociales. Ciertamente nuestro Santo Padre quiere encontrarse con todos y todo el mundo quiere comunicar con él, dicho de otra manera, quiere encontrarse con él. ¡Qué regalo del cielo!
Pero el Papa en el mismo mensaje nos recuerda que el mundo de las comunicaciones, sobre todo el digital, puede ayudarnos a crecer o a desorientarnos totalmente. Esta es la pura verdad. Hace poco tiempo se dio el terrible asesinato de la presidenta de la Diputación de León y algunos desalmados aprovecharon las redes para decir “muy bien”. Y hay quienes siguen amenazando en las mismas que seguirán haciendo lo mismo. Somos conscientes de los terribles estragos que las redes hacen entre niños y jóvenes. Estos días, con motivo de las elecciones europeas, hemos visto como algunos líderes, por llamarles así, han gritado en algunas cadenas televisivas las más absurdas burradas. Y parece que en nombre de la libertad todo vale, sin medir las consecuencias que esto conlleva.
El Papa nos recuerda que sólo pueden usar bien los medios de comunicación aquellos que se acercan al prójimo con una actitud amorosa. Pone como ejemplo al buen samaritano que se acercó para ayudar al hombre caído. Los otros, los que no tenían amor en su corazón, se acercaron al caminante para apalearlo, robarlo y dejarlo medio muerto. Así pues vemos que únicamente usando los medios con la actitud del buen samaritano podemos hacer crecer la cultura del encuentro. Los que vienen con la actitud de atracadores solamente hacen crecer un mundo en el que no exista más que la guerra de todos contra todos, como decía en el siglo XVII el filósofo Hobbes, ya que según él el hombre no es más que un lobo para el hombre.
En el día de hoy pedimos al cielo que las redes sociales sean como esa gran plaza del pueblo en la que todos puedan encontrarse y no la selva en la que nos devoremos sin piedad unos y otros.