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10 de octubre de 2015

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Nuestra Orden nace un 24 de agosto de 1562, cuando Santa Teresa de Jesús funda el primer monasterio de carmelitas descalzas, dedicado a San José, en la ciudad de Ávila. Después fundaría otros 16, y actualmente hay en el mundo 880 monasterios de los cuales 140 están en España En 1567, igualmente a iniciativa suya, ayudada por San Juan de la Cruz, nacieron los carmelitas descalzos. Hoy, unas y otros, estamos presentes en 97 países de los cinco continentes, y somos unas 11.400 monjas y 4.200 frailes. También está el “Carmelo Seglar”, (Tercera Orden), es decir, los laicos que viven esta misma espiritualidad teresiano-sanjuanista, y son más de 40.000. Igualmente unas 60 Congregaciones han surgido inspiradas en la misma.

En nuestra Diócesis hay dos monasterios de carmelitas descalzas, en Villarrobledo, fundado en el año 1654, y en Albacete desde el 1951, a petición de su primer Obispo y posteriormente Cardenal, Mons. Arturo Tabera, cuando daba sus primeros pasos la Diócesis de Albacete.

Nuestro carisma es la contemplación tanto en la oración, entendida como “trato de amistad con Quien sabemos nos ama” como en la vida. Vivimos en comunidad, “el estilo de hermandad y recreación [alegría] que tenemos juntas”, buscando el equilibrio entre oración (como servicio a la Iglesia, como misión y como ejercicio), trabajo y vida fraterna, procurando vivir las virtudes que Santa Teresa señala como imprescindibles a quien pretende llevar vida de oración: el amor, el desasimiento (libertad interior) y la humildad.

Acogemos los gozos y dolores de las gentes que piden nuestra oración, cercanos o lejanos, los presentamos cada día ante el Señor, pidiéndole derrame su amor misericordioso sobre todos ellos. Rezamos completa la Liturgia de las Horas, y vivimos en clima de silencio y soledad, para que nos ayude a ser orantes en la vida diaria.