Somos un Instituto religioso-apostólico de Derecho Pontificio, fundado por la Madre Nazaria Ignacia de Santa Teresa March, en Oruro-Bolivia en el año 1925, y aprobado definitivamente por la Iglesia el 9 de junio de 1947.

Nuestra fundadora recibió del Espíritu el amor a la Iglesia y el deseo de dignificar a todo persona. En actitud de contemplación y de lectura de los signos de los tiempos, “bajamos a la calle”. Y como Jesús, optamos por los pobres.

Misionera valiente, ágil, desinstalada, en cualquier parte del mundo. Sabe conjugar la contemplación y la acción en una “vida divina”. El Reino será su máxima preocupación. Bajar a la calle su forma de estar. En su entrega a la Iglesia y a los más débiles se hará realidad toda misión. Entregada fiel a Dios y a su tiempo, entendió que a Dios se le ama respondiendo a todos, en especial a lo más necesitados. 

Nuestro estilo de vida y Misión

Nuestra vocación misionera no se puede sujetar ni ceñir a un solo campo de acción. 

Dónde estamos

Actualmente estamos en cuatro continentes y en veintiún países.

Nuestra Misión

Participamos de la misión evangelizadora de la Iglesia por el ministerio de la Palabra, en la predicación y en la pastoral catequística: en misiones, en parroquias, en casas de espiritualidad, trabajo social en los barrios, cárceles, acogida a niños de la calle, escuelas, residencias universitarias, promoción de la mujer, siempre abiertas a aquellas acciones que respondan a las necesidades históricas, a la mayor urgencia y eficacia evangélica y al bien universal mayor.

Presencia en la Diócesis

Nuestra llegada a Albacete fue en 1983 a Chinchilla llamadas por el Sr. Obispo D. Victorio Oliver, para una misión parroquial, catequesis, jóvenes, enfermos, clases de religión en las escuelas y atención a los pueblos del arciprestazgo.

Hoy estamos en Albacete ciudad, colaborando en la Delegación de Misiones, trabajo parroquial, Cáritas y voluntariado en el Colegio Diocesano.